El Museo del Estanquillo exhibe hasta el mes de abril de 2012 más de 500 piezas de la colección particular de Carlos Monsiváis. Bajo la curaduría de Carlos Bonfil, amigo del escritor, presenta “un recorrido por ese cine al que Carlos Monsiváis fue irrenunciablemente adicto, y cuyos registros gráficos (fotomontajes, carteles, stills, programas de mano, fotografías, autógrafos) acumuló durante sus largos años de coleccionista y cinéfilo devoto”.
La exposición está organizada a partir de la idea de una identidad nacional que va de un México campesino a uno urbano: “Del rancho a la capital”. En esta muestra se ha privilegiado la llamada Época de Oro, la cual Monsiváis solía ubicar entre 1935 y 1955. Las películas van de Nosotros los pobres (1948, Ismael Rodríguez) a Los olvidados (1950, Luis Buñuel) pasando por Gángsters contra charros (1947, Juan Orol) y Fugitivos: Pueblo de proscritos (1955, Fernando Méndez) las cuales muestran un reflejo de la cultura en México.
Destacan las secciones “La vecindad” con stills, carteles y fotografías sobre el tema; “Parejas memorables” que recuerdan las parejas del cine mexicano de la época; “Los templos del celuloide” con fotografías de los cines populares y programas de mano de la década de 1940 y “El amor de la calle” sobre el cine de rumberas. Algunas de las fotografías que adornan esto son de Nacho López, Gabriel Figueroa y Walter Reuter.
Carlos Monsiváis escribió mucho acerca del cine mundial, pero mucho más sobre el cine mexicano. Carlos Bonfil, curador de la muestra, recuerda al cronista como un experto en la materia, que de memoria podía recitar los créditos completos de infinidad de películas: “Veía y volvía a ver sus películas favoritas. Algunas de ellas son las que encontraremos en la dos salas del museo que componen la exhibición, aquellas que él veía una y otra vez, en la sala de su casa, sólo o acompañado de sus amigos más cercanos”.
A través de la exposición se pueden leer citas de Carlos Monsiváis sobre el cine como “La preocupación primordial es el crecimiento numérico del público, lo que se consigue emitiendo películas a modo de órdenes: lloren, arrepiéntanse, disfruten de la bonita unidad familiar, juren nunca faltarle a la norma, desaparezcan de este valle de lágrimas con una sonrisa de indulgencia, emborráchense como si condujesen a una muchedumbre al palacio municipal, llévenle serenata al pueblo entero, besen la mano de la madrecita, trasládense al final feliz más cercano”.
“Del rancho a la capital. El cine mexicano de Carlos Monsiváis” ofrece una retrospectiva sobre la cultura nacional y el cine. El Museo del Estanquillo se encuentra ubicado en Isabel La Católica 26, esquina Madero, en el Centro Histórico de la ciudad de México. La entrada es libre y abre de miércoles a lunes de 10 a 18 horas.
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Fotos Cortesia Museo del Estanquillo y Aurora Cuevas Trejo