Después de presentar su más reciente trabajo, La vida sin memoria parece dulce, tuvimos la oportunidad de platicar con Iván Ávila Dueñas, director de este proyecto atípico dento del cine mexicano pero no atípico en su filmografía.
El Premio ganadora del León de Platadel Festival de Cine de Berlín en el 2011 se estrenó en México tras dos años de haber iniciado su camino en distintos festivales de cine internacionales y nacionales. Para promover el estreno en carteleras mexicanas, Paula Markovitch, la directora de la cinta, y Paula Galinelli, la niña protagonista, platicaron con la prensa mexicana.
La película muestra el impacto en la infancia de vivir bajo el terror de las dictaduras militares cuando se tienen padres que deben ocultarse para sobrevivir.
La directora confesó que al regresar al pueblo de San Clemente en Argentina, donde vivió de niña, se dio cuenta de que la cinta le llevo más de 20 años hacerla, ya que al irse de ese lugar siendo niña le había dicho a su mejor amiga que escribiría un libro sobre su infancia en ese luagr, esa promesa se transformó en El premio.