Halley se estrenó, por primera vez, en el FICM 2012 y a partir de ahí tuvo la suerte de ser seleccionada en diversos festivales como Sundance, Rotterdam y el RMFF. Después de su exhibición en el RMFF, se dio una conferencia de prensa previa al día de su exhibición comercial. En la conferencia estuvieron presentes los actores Luly Trueba, Hugo Albores, Alberto Trujillo; el productor, Julio Chavezmontes; y el director, Sebastián Hofmann.
Sebastián Hofmann comenzó hablando del trabajo que había hecho anteriormente con Trujillo y Albores, en su corto Jaime tapones, en el que trata los mismos temas de Halley en cuestión de la relación del hombre con su cuerpo. Con Trueba, Hofmann mencionó que trabajó con ella durante sus estudios en la escuela de cine y en cuanto surgió este proyecto, el personaje que interpreta Trueba fue pensado para ella. Sobre el productor, Julio Chavezmontes, lo conoció en la distribuidora Mantarraya y a partir de ahí trabajó con él desde el guión.
La amas o la odias, "es una película que no cae en ningún área gris, queríamos hacer una película que tomara riesgos" afirmó el director. Siguiendo la línea de su trabajo anterior, y su obsesión con la relación que uno tiene con su propio cuerpo, Hofmann no buscó intencionalmente un tema social en Halley. Para los creadores, lo que buscaban era adentrarse en la relación que los seres humanos tenemos con nosotros mismos y como cada uno sufre de manera diferente y todo esto a dónde nos lleva, era "crear un monstruo contemporáneo en el D.F.".
Sin embargo, el tema social se impregna en la película de manera incidental, especialmente en la escena donde el protagonista, Alberto Trujillo, cae al suelo en un pasillo del metro y nadie se acerca a ofrecerle ayuda. Esta escena, comenta Hofmann, fue punto de discusión en los diversos festivales en lo que se preguntaban qué dice eso de la sociedad y sobre si vivimos en una sociedad de zombies donde hemos perdido nuestra humanidad.
Dentro de la película existen tres momentos que se quedan grabados, la escena entre Trujillo y Albores en la morgue, la masturbación y el final en el Polo Norte. Para Alberto Trujillo, quien interpreta al muerto viviente, platicó que su proceso para crear el personaje fue muy difícil, no sólo requirió bajar 20 kilos, también fue un proceso de estudio sobre enfermedades y estar cerca de gente enferma para ver su comportamiento, el cansancio con el que se mueven y que todo al final lleva a un proceso de depresión que se ve reflejado en pantalla pero del que fue muy difícil salir.
Sobre la escena en la morgue, los presentes comentaron que fue una de las escenas más complicadas de filmar porque constantemente entraban nuevos cadáveres y tenían que interrumpir la filmación, además de que veían como empezaban el proceso de limpieza y embalsamamiento de los cuerpos. Y por último, el final de la película se filmó en el Polo Norte, donde Trujillo ya estaba muy delgado y sufría de anemia, así que fue complicado y muy doloroso, especialmente porque cuenta una anécdota donde cuando, por fin, terminaron de filmar y él, desnudo, voltea para agarrar su ropa y vestirse, el productor se cae con toda su ropa a la nieve.
Halley muestra un claro homenaje a La mosca (Cronenberg, 1986) y Frankenstein (Whale, 1931). Al respecto Hofmann comenta que el homenaje a La Mosca fue intencional mientras que la referencia a Frankenstein no tanto, sin embargo ambas se quedaron en su memoria y por lo mismo quedaron las referencias en la película.
Los invitamos a ver la entrevista y conferencia completa de Halley con el director, Sebastián Hofmann; los actores, Luly Trueba, Hugo Albores y Alberto Trujillo; y el productor Julio Chavezmontes.
