Edén, opera prima de Elise Durant tuvo su primera proyección durante las actividades del GIFF en San Miguel de Allende. La cinta trata del regreso de Alma a México para buscar al hombre que causó la pérdida de su casa durante su infancia. No es fácil encontrarlo pero el camino a él la acerca a su evasivo padre y los secretos que se llevó con él a la tumba.
La película tardó alrededor de ocho años en ser terminada. La escritura del guión le tomó a Durant dos años de trabajo intermitente y varios años más para poder encontrar a un productor con el que pudiera trabajar y realizar su primer largometraje. Cabe resaltar, que la película se hizo sin apoyo económico federal, para su post-producción tuvieron la beca Gabriel Figueroa Fund que otorga el Festival de Cine de Los Cabos y aun con esto no terminaron la película hasta tres semanas antes de ser proyectada en el GIFF.
Al ser una película basada en las experiencias personales de la directora, Durant comentó que lo más difícil de la escritura es el poder hacer que todo cobre sentido por sí solo. El guión necesitaba lograr tener resonancia con el público que iba a ver la película y esa parte no fue sencilla.
La directora habló del génesis de la historia en su pasado en San Miguel de Allende y el momento en que fue arrancada de su hogar y su país. Fue la necesidad de entender el porqué de este evento el que la hace contar esta historia que se adentra en las temas introspectivos de pertenencia, el recuentro, la pérdida, el conocer de dónde somos y a dónde vamos.
En una película que no entra en la categoría de comercial, en lo que compete en su distribución. El productor, José Leandro comentó que están conscientes de que no tendrán una distribución al estilo blockbusters pero tienen confianza en las salas de artes y lugares alternativos.
Añadió que hoy en día una película se puede hacer con pequeños presupuestos y aun así tener gran calidad. Lo importante es saber el presupuesto que se tiene, asegurar lo básico y pelear todo lo restante. Leandro comentó que la grabación tuvo mucha suerte ya que los gobiernos de San Miguel de Allende y Guanajuato, así como las comunidades donde grabaron los apoyaron en todo.
Sobre el rumbo que están tomando los cineastas actuales sobre historias más íntimas, lejanas a la metrópoli y la capital del País, Durant comentó que tal vez este cambio se está dando porque los cineastas están buscando otra forma de contar las historias y este tipo de cine más íntimo local les da esa posibilidad.
Para Durant, la premiere de su Opera Prima en el Teatro de San Miguel de Allende fue algo muy emotivo. Contó que cuando era niña, su nana la llevaba al cine cada domingo, después de ir a la Iglesia, a ver películas de Pedro Infante y que poder entrar al teatro después de tantos años fue algo muy emocionante.
