En México los jóvenes documentalistas están cambiando la forma de hacer esa forma de expresión, lejanos ya son los cánones del documental revolucionario que se dedicaba a plasmar en pantalla los hechos sin ocuparse de algo más. Uno de los trabajos más atrevidos en esta rama es sin duda el trabajo El Resto del Mundo del director Pablo Chavarría Gutiérrez quien lúdicamente juega con las imágenes e historias para obligarnos a abrir los ojos y descubrir la realidad.
El Resto del Mundo toma como pretexto a un padre y su hija para llevarnos a un recorrido sobre lo que es el otro, el que está frente a nosotros y que se nos cruza en un momento mágico, en una calle concurrida, en una marcha pesada pero llena de amor al desconocido.
El inicio es una declaración de principios de lo que será el documental, Una niña baila en la oscuridad. Una chica con un boom capta el sonido de la lluvia. A través de una ventana somos testigos de la vida en la calle mientras Kiara nos narra cuando sus padres se fueron a Chihuahua y la dejaron con sus abuelos, experimentando una libertad que ya no tiene ahora, como la gente afuera de la casa, no es gratuito que al ver la toma recordemos la cárcel.
El documental no presenta en sentido estricto la relación padre e hija, es un pretexto para llevarnos a ver al otro, a ver a los otros que regularmente no vemos, el mismo director sale retratado en el trabajo mientras entrevista a los protagonistas por una cámara anónima, espía.
El Resto del Mundo se presenta en el FICUNAM 2014 y sin duda es un trabajo que debe verse en pantalla grande para poder jugar lo que su director nos propone, para disfrutarlo y polemizarlo, porque sin duda, causará polémica su propuesta fílmica.
El Resto del Mundo
Dir. Pablo Chavarría Gutiérrez
México 2014
74 minutos
