Como parte del primer día de actividades del Festival Internacional de Cine Guanajuato durante la inauguración del festival en la sede de Guanajuato capital se presentan cortometrajes documentales realizados por jóvenes cineastas provenientes de diversas universidades guanajuatenses donde buscan contar historias que reflejen la identidad regional del estado.
Para esta 21ª edición del GIFF se contaron con seis equipos, formados por un total de 120 jóvenes entusiastas de contar historias que muestren la identidad de sus comunidades y de su estado. Los equipos que participaron contaron historias relacionadas con la última sobreviviente de “Las Poquianchis”, un pequeño golfista que busca convertirse en profesional, un pequeño en el que la danza es central en su vida o un grupo de raperos que utilizan la música como un medio de expresar su realidad, entre otros.
Identidad y Pertenencia va más allá de ser sólo un concurso, para el festival se trata principalmente de formar nuevos cineastas. El GIFF organiza diversos talleres con gente de la industria que apoyan a los equipos para mejorar sus habilidades de grabación, edición y, en general, en mejorar su narrativa cinematográfica. Como mentor de esta generación se contó con Roberto Fiesco quien impartió un taller especializado en Lenguaje Cinematográfico.
Junto con el Rally Universitario, Identidad y Pertenencia es uno de los eventos pilares del Festival Internacional de Cine Guanajuato porque son muestra del talento de los jóvenes guanajuatenses quienes están ávidos de contar sus historias.
Los equipos de Identidad y Pertenencia fueron los siguientes:
“ANITA” de Lucero Adriana Hernández Camargo
Universidad de Estudios Profesionales de Ciencias y Artes, EPCA. León, Gto.
El corto documental de Anita cuenta la historia de la última sobreviviente de “Las Poquianchis”, una mujer de la tercera edad quien vive sola y se mantiene gracias a la venta de comida. Anita cuenta la manera en la que llegó con “Las Poquianchis”, algunos de los horrores que vivió en ese lugar, hasta el momento en que logró escapar y refugiarse con el que sería su esposo. Con una mirada íntima, el equipo de la EPCA nos muestra la historia de una mujer que no tuvo una vida fácil y que su presente tampoco es ideal. Uno de los aspectos más importantes de este corto es que es el testimonio directo de una sobreviviente de dicho grupo criminal conocido por las brutalidades e inhumanos tratos hacia sus víctimas. El corto no busca ahondar en el morbo de los horrores vividos por Anita, sino que muestra el paso y el presente de una mujer que tuvo una vida muy difícil y que continúa luchando día a día.
“NOSTALGIA” de Marcelo Rosales Briceño
Universidad De La Salle Bajío. León, Gto.
Antes titulado “El Proyeccionista”, “Nostalgia” se centra en contar la historia se las salas de cine tradicionales que existieron en León, Guanajuato. Y es que el título es precisamente lo que vemos en pantalla, es la nostalgia lo que guía a este documental; sin embargo, también es aquello que no deja que el documental pueda ir más allá de un anecdotario y una mirada al pasado donde todo era mejor. El corto nos cuenta que dentro de León se llegaron a tener hasta 14 salas de cine, todas que ofrecían contenido variado tanto para aquellos que buscaban el cine mexicano de luchadores, como para aquellos que disfrutaban del cine de Tin Tan o para los que buscaban cine estadounidense más enfocado para aquellas familias de status medio-alto y alto. Fuera de las historias y una mirada general de lo que eran las salas de cine en León, el documental no logra ir más allá de la nostalgia con la que a veces se analiza el pasado.
“BUSCANDO EL GREEN” de José Manuel Campos Ventura
Instituto Irapuato. Irapuato, Gto.
Un joven Alberto, vestido de sombre y botas, tiene un gusto particular: es aficionado al golf. De una familia de recursos bajos y bajo el cuidado de su abuela, el joven estudiante y sus amigos se las ingenian para practicar el golf, un deporte asociado sólo para aquellos que tienen dinero. El documental es una entrañable mirada al deseo de superación de un joven quien no busca otra cosa más que jugar golf y volverse profesional. No obstante, el corto nos muestra como la urbanización sin planeación de lugares para el esparcimiento deportivo daña a estos jóvenes de bajos recursos, quienes no pueden pagar la entrada a un club de golf para practicar y que lo único con lo que cuentan es un baldío que pronto se convertirá en un complejo habitacional.
“JUDAS EN EL RINCÓN” de Luis Ernesto Pérez Medina
Universidad de Celaya. Celaya, Gto.
La inmigración se ha vuelto cada vez más común dentro del país, y hay comunidades que viven de ello. En este documental tenemos a un protagonista quien después de vivir durante muchos años en EEUU regresa a México para establecerse y disfrutar de su familia. Aunque el documental empieza hablando de la inmigración, da un giro para centrarse en las tradiciones mexicanas de semana santa, donde el protagonista se desempeña como Judas. El cortometraje tiene el fallo de no tener una temática clara y no logra concretar sobre lo que quiere decir, a pesar de iniciar con el tema de inmigración, el documental luego se centra en la cuestión religiosa, para regresar al tema de la inmigración y cerrar con la esperanza de que los hijos del protagonista sigan con la tradición de seguir interpretando el papel de Judas.
“BASTARDOS DESTERRADOS” de Mario Alberto González Jiménez
Universidad Iberoamericana León. León, Gto.
Un grupo de raperos cuentan su realidad a través de su música, aunque no tengan mucho dinero, ellos se sienten orgullosos de su profesión. El corto nos muestra su visión del mundo y la manera en la que constantemente los prejuicios juegan en su contra, como cuando van a una tienda y los guardias de seguridad los empiezan a seguir por toda la tienda porque asumen que son ladrones.
“MACEHUA” de Alexis Gabriel Vázquez García
Universidad Tecnológica del Suroeste de Guanajuato. Valle de Santiago, Gto.
Un pequeñín quien ha bailado desde que tiene la habilidad de caminar es el protagonista de “Macehua”. La danza de los apaches se ha convertido en el centro de su vida y no importa cuánto tiempo se deba ensayar o el tiempo que deban danzar en un evento, el pequeño protagonista no se rinde, no se cansa y lo disfruta al máximo. A pesar del poco dinero que su familia tiene, su tía le trata de dar todo lo que pueda para hacer feliz a su sobrino. El corto nos deja ver que cuando uno encuentra algo que le apasiona no importan los obstáculos porque siempre se encontrará una manera de superarlos. “Macehua” podría haber ahondado un poco más en la importante de las danzas que estos grupos tratan de mantener viva, sin embargo, no logra mostrar más de la linda historia de un pequeñín quien ama la danza.
