Y el Oscar 2012 va para... ¿la intrascendencia de nuevo?

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Esta noche se entregará de nueva cuenta el premio de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood, evento que año con año reúne a todos los cinéfilos de todo el mundo para ver la transmisión, algunos para tener una guía de que es lo que se debe ver y considerar lo mejor, otros para seguir odiando las decisiones de los organizadores.

En el 2012 la polémica de nuevo está representada por la película favorita para llevarse el premio, hablo de El Artista (The Artist) una cinta que pretende ser un homenaje al cine mudo y los problemas que el inicio de los talkies representó para los artistas de esa época. Ganadora de diversos premios internacionales parece la ganadora del máximo premio de la noche pero, ¿en realidad es la mejor película del año? Desde mi perspectiva es claro que no, no es la mejor pero si tiene quizá el mejor equipo de relaciones públicas del año.

Como en años anteriores la Academia dejará de lado el análisis y el valor de premiar películas que trascienden para premiar el cine intrascendente y olvidable al paso de los años. En ese aspecto El Artista es la Zona de Miedo (The Hurt Locker, Kathryn Bigelow, 2008) del 2012, ambas son películas de las que nadie hablará o recordará excepto por haber dejado en el camino las películas que están haciendo historia y trascienden.

No me mal entiendan, El Artista no es una mala película, es bonita, graciosa, con una historia que inflamará los corazones de los cursis del mundo, con actuaciones aceptables y un OST bastante interesante… es sólo que en el fondo no es para nada la mejor película del año, ni siquiera es la mejor de todas las nominadas al Oscar. Recordemos su paso por el Festival de Cine de Cannes del 2011, la crítica enloqueció por ella pero al momento de premiar, la Palma de Oro fue para El Árbol de la Vida (The Tree of Life) de Terrence Malick, y creo que el jurado de Cannes tiene mejor gusto que el de Hollywood.

No es una tendencia actual de la Academia el premiar cintas bonitas pero intrascendentes, tenemos muchos ejemplos como el de Gente como Uno (Ordinary People) ganándole a Toro Salvaje (Raging Bull) en 1981; Forrest Gump coronándose sobre Pulp Fiction en el 95; Shakesperare Apasionado (Shakespeare in Love) elevándose sobre Salvando al Soldado Ryan (Saving Private Ryan) y La Delgada Línea Roja (The Thin Red Line) en el 99; el ya referido caso de Zona de Miedo y el año pasado con El Discurso del Rey (The King’s Speech) sobre Red Social (The Social Network).

En este año la lucha debería concentrarse entre el estupendo film filosófico de El Árbol de la Vida y la revolucionaria cinta La Invención de Hugo Cabret (Hugo). La primera una reflexión sobre la vida, con imágenes impresionantes y que mueve al espectador a la reflexión, a la acción; la segunda una obra maestra que nos recuerda que el cine es un espectáculo, que nos recuerda que el futuro del cine recae en su pasado y su presente, la cinta que nos dice a donde se debería dirigir el cine. Ambas con una excelente realización que hace palidecer en su trascendencia a El Artista que sin duda se llevará el premio en la noche.

Y no es sólo la ganadora a Mejor Película la que genera polémica, tenemos el premio a mejor actor que parece recaerá en Jean Dujardin por El Artista (aunque personalmente no sé qué tan creíble sea una actuación donde hasta un perro sin chiste te roba cámara) dejando fuera la increíble actuación de George Clooney en Los Descendientes (The Descendants) y hasta a Demian Bichir que logra transmitir grandes emociones con su personaje en Una Vida Mejor (A Better Life), de nuevo, no es mala la interpretación de Dujardian pero hay mejores papeles en los otros nominados.

También tenemos la polémica en Mejor Cinta de Animación al no nominar a Las Aventuras de Tin Tin (The Adventures of Tintin: The Secret of the Unicorn) al considerar no era una cinta animada ya que usaba para su realización la captura de movimientos en lugar de crear animación de la nada. Algo así como cuando a Tron se le negó nominación por utilizar computadoras para crear los efectos especiales, con lo que para ellos eso no era hacer cine. El futuro ya los ha alcanzado y siguen sin entender.

Esta noche no parece será la noche de sorpresas en que el Oscar se entregue a la película que trasciende y hace escuela, de nueva cuenta veremos ganar una cinta que tiene excelentes relaciones públicas pero que es completamente intrascendente. El Oscar sigue cavando su tumba, sólo falta que se entierre antes de apestar por completo.


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