El libro de la vida es el debut como director de largometraje animado del mexicano Jorge Gutiérrez, quien sin el apoyo de Guillermo del Toro no hubiera podido sacar adelante un proyecto que no lograban entender los productores norteamericanos y por lo tanto había sido imposible que pasara del papel a la pantalla.
Guillermo del Toro desde hace algunos años ha tomado la iniciativa de apoyar a directores que de otra manera sería muy complicado que pudieran tener una primera oportunidad para dirigir. El propio del Toro comentó que como productor tiene más libertad para poder pelear por los proyectos en los que está involucrado porque no tiene la carga emocional que tiene cuando lleva el proyecto como director.
Para Jorge Gutiérrez estar en México promocionando una película tan importante para él fue muy emotivo. El director comentó lo irónico que fue el tener que irse a Estados Unidos para hacer una película sobre una de las tradiciones más icónicas dentro de la cultura mexicana. Y al respecto de cómo fue explicar el Día de Muertos a los norteamericanos, Gutiérrez comentó que no entendían muy bien de qué se trataba todo, por un lado pensaban que hablaban de zombies y no creían que el tema fuera algo apropiado para los niños; y por otro lado, no sabían muy bien como funcionaba eso del Día de Muertos, una tradición con la que los mexicanos crecemos pero para ojos extranjeros es bastante extraña.
Sin embargo, a pesar de todas las dificultades que tuvieron que pasar para explicar la historia, Gutiérrez y del Toro lograron sacar el proyecto adelante y con grandes logros como fue el conseguir el permiso de usar las canciones en la película.
Jorge Gutiérrez comentó que la historia de El libro de la vida está inspirada en el mito de Orfeo, por lo tanto querían que Manolo fuera cantante. Así que al escribir el guión, Gutiérrez busco canciones que reflejaran el sentir del personaje. Sin embargo, cuando los demás productores leyeron el guión y vieron las canciones elegidas le dijeron que nunca iba a conseguir los permisos.
Para sorpresa de todos, Gutiérrez consiguió los permisos y hasta se cuenta con una participación especial de Placido Domingo quien pidió para su personaje tuviera un poco más de profundidad para aceptar y participar en la película.
Jorge Gutiérrez no perdió la oportunidad para agradecer el inmenso apoyo de Guillermo del Toro, no sólo para el proyecto sino para él como creador. Comentó que “algún día me encantaría hacer eso también, ayudar a las próximas generaciones.” A lo que Del Toro respondió “Más te vale.”
Sobre esto, Guillermo del Toro añadió que Gutiérrez es un genuino creador visual, es uno de los creadores más completos que ha podido producir. Y simpáticamente cerro con: “Es un tipo accesible y simpático pero es un pinche genio.”
Al respecto de sus proyectos como director, Guillermo del Toro habló de las dificultades que todavía enfrenta al tratar de levantar sus proyectos como director. Del Toro comentó que tiene años queriendo hacer una película animada de Pinocho con un preludio a la Segunda Guerra Mundial pero que no encuentra el financiamiento. Y no faltó la pregunta sobre Hellboy, a lo que del Toro respondió que por él encantado de hacer una película más, sin embargo es un proyecto que siempre lo detienen y nunca logra salir adelante.
Al tener un tema que no es fácil de explicar para los extranjeros, Guillermo del Toro comentó que para alcanzar la universalidad hay que ser particular, el grave error es tratar de hacer una película que no sea particular, en la que no se refleje de dónde vienes o quién eres en algún sentido.
“Siempre supimos que teníamos que ser específicos pero al mismo tiempo creemos que México es un país que va más allá de un aspecto folklórico, México es un país que está permeado por miles de influencias, teníamos el compromiso de hacer una película sonora y visualmente sofisticada pero muy cercana a la raíz mexicana, sin pedir disculpas ni explicar.”
Del Toro añadió que “el cine es como ir al restaurante, no puedes comer lo mismo todos los días, tienes que variarle. Queríamos hacer una película más enloquecida, más emocionante.”
Sobre los personajes, Del Toro y Gutiérrez comentaron que el personaje que más cambios sufrió fue Joaquín y que al principio Xibalbá no existía, sin embargo Gutiérrez lo añadió como homenaje a los personajes de su productor.
Uno de los baches que tuvieron que sortear para la creación de la película fue el mostrar a los animadores que se podían hacer los personajes como ellos los querían. Para esto el Diseñador de Producción tuvo que ir a El Salvador para contratar a artesanos que dieran vida a las marionetas tal y como querían Gutiérrez y Del Toro. A su regreso, les mostraron el trabajo a los animadores para que se guiaran en cómo querían que se viera la animación.
Guillermo del Toro resaltó que en la película uno puede “escoger el camino que uno quiere seguir, liberarte de las tradiciones impuestas a cada género y escribir tu propia historia.”