La colina de las amapolas, una linda historia de amor

Itzel Tinajero García

El decimonoveno trabajo de Studio Ghibli, nos ofrece una historia de amor juvenil ubicada en el año 1964; año en el que se celebraron las olimpiadas en Tokyo, Japón. Dirigida por el hijo de Miyazaki, Goro Miyazaki, La colina de las amapolas presenta una historia sencilla y divertida que se centra en las pasiones juveniles de dos jóvenes preparatorianos.

Umi Matsuzaki es una joven que se da a la tarea de atender el pequeño hotel de su abuela, en el que ella y sus hermanos también viven. Umi es ordenada y nunca sale de su rutina que consiste en hacer el desayuno para las huéspedes, sus hermanos y su abuela; así como las tareas de la casa, además de hacer la cena. Concentrada en sus estudios, hasta que su mamá regrese de los Estados Unidos de América, Umi iza unas banderas todas las mañanas, como señal a su fallecido padre, quien fue marinero y murió en combate durante la guerra contra Corea.

 Sin embargo, Umi no se da cuenta que Shun Kazama, otro joven preparatoriano, responde a sus banderas en el barco de su padre. Pronto, los caminos de Umi y Shun se econtrarán y la vida de ambos cambiará para bien, teniendo como un común objetivo: la renovación de la casa estudiantil; la cual está siendo amenazada en ser demolida.

No obstante, ninguna relación amorosa está libre de sus complicaciones, Umi y Shun se enfrentan a un secreto del pasado; un secreto de la guerra, que podría ser un impedimento para su amor. Aunque la película apunta a que todo se resolverá, Studio Ghibli nos entrega una película sencilla, sin mayores rodeos que hablar del amor, no sólo de pareja, sino también entre padres e hijos, como el de amigos que hacen cualquier cosa por apoyar al otro.

“La colina de las amapolas” es una cinta que en su premisa busca resaltar la importancia de la empatía, del ayudar al otro y del amor incondicional. A pesar de tener como fondo un suceso doloroso como es la guerra contra Corea, no es el punto central, simplemente es usado como telón de fondo para la historia de los personajes.

Cabe destacar que dentro de la película hay un pequeño guiño a Studio Ghibli, donde casi al final de la cinta podemos ver un barco que tiene una placa que dice Ghibli.

“La colina de las amapolas” se puede adquirir en formatos caseros, Blu-ray y DVD, gracias a Zima Entertainment.

Imprimir