Los Vengadores ¿Cómo llegamos a esto? Parte 3

RoadAvengers3TitleAl igual que Superman, que le siguieron 3 secuelas de menor calidad, Batman no pudo sostener su éxito al entrar los noventas ya que el personaje que llevó Burton a la pantalla por segunda ocasión en Batman Regresa (Batman Returns, 1992), si bien era lo suficientemente oscuro, su contraparte en cómic se había vuelto más oscura aún en esa misma época; historias como The Dark Knight Returns (1986), The Killing Joke (1988) y A Death in the family (1988-1989) eran el camino a seguir, sin embargo, los productores pensaron que sería mejor dejar al Batman cinematográfico en clasificación Para toda la Familia y optaron por volverlo más caricaturesco, infantil y soso, dando como resultado las dos cintas que más odia todo Bati-Fan: Batman Eternamente (Batman Forever, 1995, Dir. Joel Schumacher) y Batman y Robin (Batman & Robin, 1997, Dir.  Joel Schumacher) y le enseñó a Hollywood que los grandes nombres (Val Kilmer, Nicole Kidman, Jim Carrey y Tommy Lee Jones en la cinta de 1995 y George Clooney, Chris O’Donnell, Alicia Silverstone, Arnold Schwarzenegger y Uma Thurman en la de 1997) no garantizan el éxito.

EDick tracy1n el mismo campo de series de películas basadas en cómics que empezaron muy bien pero acabaron por los suelos está la trilogía de Las Tortugas Ninja, que si bien lograron llevar a la pantalla grande algo que parecía imposible a través de los animatronics, la calidad de cada película bajó exponencialmente con cada entrega. Otras películas que ni siquiera alcanzaron a convertirse en trilogía, mucho menos en secuelas, fueron El Fantasma (The Phantom, 1996, Dir. Simon Wincer) con Billy Zane y Steel (1997, Dir. Kenneth Johnson) con un Shaquille O’Neal en una pseudo-adaptación del personaje surgido de las páginas de Superman; y qué me dicen de Nick Fury, Agent of S.H.I.E.L.D. (1998, Dir. Rod Hardy) estelarizada por David Hasselhoff, y que tuvo que ser vendida como película directa-a-video, ya que originalmente estaba planteada como capítulo piloto para una serie de televisión.

Entre lo poco rescatable de la década de los noventas encontramos filmes como Dick Tracy (1990, Dir. Warren Beatty), la cual a pesar de los fabulosos maquillajes, un reparto de primera línea y de adelantársele a Zack Snyder con un look totalmente apegado al comic, fue considerada un fracaso por sus productores; también está The Rocketeer (1991, Dir. Joe Johnston), una película bien adaptada, con un reparto modesto (Billy Campbell, Jennifer Connelly, Alan Arkin y Timothy Dalton), pero que tuvo la mala suerte de estrenarse el mismo año que Terminator 2; y por último, la joya de los noventas, basada en un comic independiente escrito por James O’Barr y estelarizada por Brandon Lee: El Cuervo (The Crow, 1992, Dir. Alex Proyas), una excelente adaptación, con cambios menores (Eric no es músico, el personaje de Sarah se llama Sherri, el asesinato de Eric y Shelly es al azar, y la falta del Skull Cowboy en la versión fílmica, entre otros pocos) y que se volvió una película de culto para una generación. Por cierto, James O’Barr estará en nuestro país los días 20, 21 y 22 de Julio como invitado de honor en La Mole 37, ¡Están avisados!

Captain americaComo mención aparte, no debemos dejar pasar la directa-a-video Capitán América (1990, Dir. Albert Pyun), con Matt Salinger en el papel de Steve Rogers, tal vez ligeramente sobreactuado, pero cubriendo decentemente el aspecto físico del rostro del Capitán América, y con una muy breve participación de Billy Mumy, a quien todos recordarán como el pequeño Will Robinson de Perdidos en el Espacio; así como tampoco podemos olvidar el fiasco cinematográfico producido por Roger Corman, Los Cuatro Fantásticos (The Fantastic Four, 1994, Dir. Oley Sassone), sobre esta película, Stan Lee menciona en la entrevista que le hizo Kevin Smith para Mutantes, Monstruos y Superhéroes (Stan Lee's Mutants, Monsters & Marvels, 2002, Dir. Scott Zakarin) que sin que lo supieran los actores ni su director, la película se estaba filmando con el único fin de conservar los derechos cinematográficos de los personajes, ya que los habrían perdido si no declaraban el inicio de la producción en cierta fecha, y que la distribuidora no tenía planes de estrenarla.

En el panorama televisivo, durante los noventas, además de las adaptaciones animadas como Batman: La Serie Animada,  y la versión animada digitalmente de Spider-Man, una de las series que sí vio la luz fue The Flash (1990), estelarizada por un John Wesley Shipp bastante aceptable en su papel de Barry Allen (personaje que llevaba pocos años de muerto en la continuidad de DC Comics después de los eventos de Crisis en Tierras Infinitas), con un tema principal y una estética bastante similar a la de el Batman de Tim Burton (Danny Elfman fue el creador de ambos temas musicales) pero que padeció los cambios de horario para no competir contra Los Simpson o las interrupciones por los informes de la Guerra del Golfo y que a pesar de haber contado con Mark Hamill como el villano Trickster, fue cancelada y se quedó únicamente con una temporada.

Para finales de los años noventa, ya no fueron Warner Bros. ni DC Comics los encargados de darle un nuevo aire al cine de superhéroes, en esta ocasión Marvel se les adelantó con una apuesta fácil: Tomar un personaje poco conocido de sus cómics al cual pudieran llenar de armas y gadgets interesantes y volverlo un antihéroe, un personaje oscuro que le diera su merecido a las fuerzas del mal pero que fuera lo suficientemente “cool” para los jóvenes de esa época: Blade (1998, Dir. Stephen Norrington), y de ahí surgió otra trilogía con altibajos, pero de eso hablaremos en la última parte de este artículo, no se la pierdan esta semana en CineNT.com.

Blade


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