El Lenguaje de los Machetes, un incompleto que duele

lenguajedelosmachetesRaymundo (Andrés Almeida) y Ramona (Jessy Bulbo) forman una pareja como cualquier otra,  el graba algunos eventos y ella se dedica a su banda de punk. Ella es una mujer comprometida no sólo con su música sino con sus ideales políticos y con su familia. Cuando ella le comunica su deseo de ser madre, él entra en una crisis que le lleva a buscar formas de demostrarle a ella que es capaz de comprometerse con algo. El resultado es inevitable.

Una de las películas mexicanas más esperadas del año El Lenguaje de los Machetes por fin llega a la Ciudad de México en el marco del Segundo FICUNAM, después de recorrer diversos festivales como el Venecia, San Sebastian y el de Morelia, donde fue recibida con curiosidad por la crítica especializada. Una película controversial, no sólo por sus temas sino por su estilo, por sus propuestas.

El Lenguaje de los Machetes es el lenguaje de la desesperación, es el que surge cuando ya no tienes fuerza para seguir por las vías clásicas, cuando la fuerza tienes te dice es momento de explotar o consumirte en la apatía. Es el lenguaje de la impotencia, del dolor, de la desolación. Es aquel que surge cuando la derrota no te deja y debes hacer algo para recordar estas vivo.

A primera vista es la historia de la desintegración de una pareja, en realidad es la historia de la desintegración de un México que ya no puede más, que no avanza y no retrocede, que no va a ningún lado excepto a consumirse.

La opera prima de Kizza Terrazas es fallida, pero no es mala, al contrario, dentro de su falta de contundencia logra transmitir la sensación de fracaso en que la cinta se encierra, aunque no podríamos decir que fracasa, sólo se queda corta en sus intenciones. La película trata de ser subversiva en todos los aspectos pero en algunos de ellos es boicoteada por el mismo director que parece no atreverse a llegar al final de sus actos.

Un claro ejemplo es su respeto a los símbolos religiosos de México, situación marcada desde el inicio de la película cuando uno de los personajes va rompiendo fotografías de diverso material pero al sacar la de la Basílica de Guadalupe lo hace fuera de cámara, lo que conlleva a saber que al final no se atreverá tampoco a culminar su acto redentor.

La gran revelación de El Lenguaje de los Machetes es Jessy Bulbo quien interpreta el papel principal de la cinta. Antigua vocalista de Las Ultrasónicas y ahora con una respetada carrera como solista le imprime a su personaje una fragilidad y fortaleza que la hacen más que real. Ella prácticamente sostiene la película con la transformación de su personaje, con su desencanto ante su pareja, con su determinación, con su rabia de saber que nada podrá salvar su relación.

Tambien tiene un pequeño papel pero bastante interesante Edwarda Gurrola como amiga de Jessy Bulbo, la química entre las dos es muy interesante sobre todo sabiendo que Edwarda fue uno de los reemplazos de Bulbo en Las Ultrasónicas.

Al tener a Jessy como protagonista la cinta se enriquece con temas de sus discos, como “Hostil” que se convierte en el tema principal aunque hay espacio para su cover de “Muñequita Sintética” de Haragán. También se hace uso de algunas canciones de Rodrígo González siendo destacado el momento de “Distante Instante”.

Con una dirección caótica, un guión cargado de buenas (un decir) intenciones y actuaciones interesantes la película deja al espectador con la sensación de algo incompleto, pero la vida es incompleta y los finales felices y completos quizá ya sean imposibles en México.

El Lenguaje de los Machetes 

Kizza Terrazas

México 2012


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