Dioses de Egipto, un buen proyecto con un resultado fallido

dioses de egitpo criticaUna historia que daba para una épica, romántica y entretenida película queda en un intento fallido y es clara muestra que Alex Proyas ha perdido el toque cuando tenemos en pantalla un grupo de actores con líneas risibles que intentan hacer funcionar chistes de pastelazo mientras todos logran, increíblemente, actuaciones malas.

En películas de este estilo donde es claro que lo que más debe de lucir son los efectos especiales, las chicas bárbaramente bellas y las exageradas, pero muy entretenidas peleas (aquellas por las que no se necesita más razón de la de poner en peligro a los increíblemente sexys chicos buenos), uno no espera un guión que descubra el hilo negro de la vida, sin embargo, el mayor fallo de la película no reside completamente en este terreno.

Dioses de Egipto relata un Egipto mítico donde Osiris es un Rey perfecto, la paz reina, los habitantes aman a su líder y sobretodo cuentan con la oportunidad de al morir ganarse la entrada al mundo después de la muerte sin necesidad de riquezas, pero con buenas acciones. Sin embargo, cuando todo es demasiado bueno nada puede durar para siempre.

Cuando toca que Osiris deje de ser rey, Horus (su hijo) está listo para tomar el mando. Pero Set, hermano de Osiris, llega a la coronación y decide quitarle el trono a su hermano y no permitir que nadie más gobierne Egipto.

Para este punto las cosas no pintan tan mal, aunque la falta de calidad en efectos especiales es evidente uno aún tiene la esperanza de que la película sea palomera y logre hacer olvidar los problemas ordinarios.

Con Horus desterrado por su malvado tío, la vida de los habitantes de Egipto se convierte en un infierno; como era de esperarse. Entre toda la desesperación tenemos a la parejita de simples (pero muy bellos) mortales que sabemos será aquella que mostrará lo bueno en los dioses, a pesar de que éstos sean unos megalómanos, egocéntricos, egoístas que se creen Caballeros del Zodiaco.

Y es que la historia se ve divide en dos partes. La primera que sigue a los dioses y la segunda que muestra el drama romántico causante de diabetes de la parejita humana que tiene que enfrentar todo para que su amor sobreviva.

En cuestión de trama, la película necesita pulir la interacción entre estas dos líneas de historia, sin embargo, aún con un guión a medio cocinar se podría haber salvado un poco más con un director hábil. Y es que Alex Proyas es el director de las inolvidables cintas El Cuervo (The Crow, 1994) y Ciudad en Tinieblas (Dark City, 1998), dos cintas que han hecho historia pero que se quedarán como las mejores películas de su historial; a menos de que pueda demostrar lo contrario, algo que no ha logrado desde 1998.

La excelente dirección de Proyas en las cintas antes mencionadas es inegable, tan inegable como es que ha perdido el toque. Dioses de Egipto logra que Nikolaj Coster-Waldau (Game of Thrones) de una pésima actuación, que Gerald Butler parezca que anda de vacaciones y que Geoffrey Rush como Ra sea una vergüenza en pantalla.

Y a esto se le suma la pésima calidad de los efectos visuales. Cuando se lanzaron los tráilers de la cinta los comentarios respecto a este aspecto técnico no tardaron, pero es común que por la necesidad de hacer ruido para la cinta se hagan tráilers con efectos no pulidos que más tarde, en el producto final, se verán terminados.

Lo triste es que no es el caso para esta cinta, para decepción de muchos los efectos en su mayoría son malos, aunque se resalta la animación de Anubis, tal vez el único personaje rescatable y eso porque sólo tiene un par de líneas; las serpientes gigantescas y uno que otro efecto al pelear.

De ahí en fuera, muchos de los efectos se ven sobrepuestos y bastante falsos. Lo que la película sí tiene mucho es hombres guapos, mujeres extraordinariamente bellas que muestran sus mejores atributos, pero manteniendo la cinta para público general.

La película decepciona si uno conoce las películas de Proyas, especialmente las dos mencionadas en los párrafos anteriores. Sin dicha referencia, la película es una más del montón que además no pelea con las películas meramente entretenidas por la cantidad de fallas que tiene.

Es una lástima que teniendo un buen reparto se caiga en chistes tontos, actuaciones exageradas y peleas que no logran ser épicas, a pesar de que lo intentan más de una vez. Dioses de Egipto funciona para esas películas que uno necesita ver cuando no se quiere pensar en la vida diaria, de aquellas que uno apaga el cerebro y disfruta de las palomitas. 

Dioses de Egipto (Gods of Egypt) 

En esta espectacular aventura de acción, la supervivencia de la humanidad pende de un hilo cuando un héroe mortal inesperado, Bek [Brenton Thwaites] emprende un emocionante viaje para salvar al mundo y rescatar a su verdadero amor. Para tener éxito, tiene que pedir la ayuda del poderoso dios Horus [Nikolaj Coster-Waldau] en una improbable alianza contra Set [Gerard Butler], el dios implacable de la oscuridad, que ha usurpado el trono de Egipto, hundiendo el imperio que una vez fue pacífico y próspero en el caos y el conflicto. Conforme su impresionante batalla contra Set y sus secuaces les lleva a la otra vida y a través de los cielos, ambos el dios y el mortal deben pasar pruebas de coraje y sacrificio si esperan prevalecer en la espectacular confrontación final. 

Director: Alex Proyas 

Guión: Cory Goodman, Matt Sazama, Burk Sharpless 

Con: Nikolaj Coster-Waldau, Brenton Thwaites, Chadwick Boseman, Elodie Yung, Courtney Eaton, con Gerard Butler y Geoffrey Rush 

Música: Marco Beltrami 

Fotografía: Peter Menzies Jr. 

Estudio: Summit Entertainment, Thunder Road Pictures, Mystery Clock Cinema  

Distribuidor: Summit Entertainment, Lionsgate (EUA), Corazón Films (México)  

Fecha de estreno: 25 de febrero de 2016 (Australia), 26 de febrero de 2016 (México) 

País y año: EUA, Australia, 2015 

Duración: 127 minutos


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