Ámsterdam, más allá del lenguaje verbal

AmsterdamÁmsterdam juega con el uso de la música, la improvisación y sonidos guturales de sus actores pero sin que éstos pronuncien una sola palabra, su expresión es completamente corporal, primigenia e íntima.

Grabado en blanco y negro, el cortometraje de Carlos Amorales es un ejercicio de asociaciones, no hay una historia lineal, sólo imágenes y sonidos que se combinan con diversas expresiones artísticas que sirven para que los actores jueguen con el espacio frente a la cámara.

Ámsterdam cuenta con sólo dos actores en espacios cerrados donde su interacción puede ser interpretada en diversas maneras y es precisamente esta ambigüedad parte fundamental de la estructura del cortometraje.

Amorales cuestiona los límites del lenguaje verbal y a través de no usarlo cómo es que dos personas se podrían comunicar y el resultado de esta relación basada en emociones, movimientos y sonidos.

Ámsterdam se exhibió durante la cuarta edición del FICUNAM 2014.



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