Bajo la dirección de Breck Eisner y con un guión de Cory Goodman, guionista de Priest (Stewart, 2011) y Underwold: Next Generation (Foerster, 2016); Matt Sazama y Burk Sharpless, guionista de Drácula, la historia jamás contada (Shore, 2014) y Dioses de Egipto (Proyas, 2016), llega El último cazador de brujas, una cinta que muestra a Vin Diesel, como un hombre condenado a vivir eternamente cazando a brujas y brujos que buscan romper la débil tregua entre humanos y estos seres.
El último cazador de brujas es una cinta divertida, exagerada, cómica a veces voluntariamente, otras no tanto y que muestra a Vin Diesel sin salirse de su papel de Toretto, pero ahora cazando brujas y manejando carros deportivos. La cinta no es nada del otro mundo, no cuenta con efectos espectaculares ni una historia diferente, lo que se ve en pantalla es a Diesel divirtiéndose mientras juega a tener cabello y a ser un guerrero antiguo y un cazador actual con dinero y encanto.
Parte de la atracción de la cinta es Rose Leslie quien dio vida a Ygritte en Game of Thrones. Lo que se muestra en el tráiler parece prometer más de lo que se da en pantalla, Leslie en su pequeño papel deja a un lado a la salvaje de Game of Thrones para presentar a una bruja que no quiere lastimar a nadie peor se ve obligada a actuar cuando ve su mundo amenazado por el regreso de la Reina Bruja.
Lo fallido de este tipo de películas es que en lugar de escribir una trama para contar una historia, la trama es sólo una herramienta para mostrar escenas de acción y personajes con blandas intervenciones que sirvan para avanzar la historia lo suficiente para mostrar la siguiente pelea.
Al igual que Leslie, Elijah Wood y Michael Caine parecen estar sólo en la película como pretexto. El papel de Wood es aún más pequeño que el de Leslie y todavía más intrascendental, mientras que Caine sigue en su papel de Alfred, sólo que a servicio de otro héroe.
La película está hecha para que Vin Diesel se luzca y tenga compañeros de pelea, por lo que por momentos parece más un videojuego en el que tienes objetivos sencillos y definidos; peleas y pasas al siguiente nivel.
Si lo que se busca es un momento de diversión sin que importe mucho el trasfondo de trama y sólo gustan de acción, El último cazador de brujas podría ser opción, pero más allá de diversión sin trasfondo, la cinta no ofrece otro incentivo para verla.
