La mancuerna del director Alejandro G. Iñárritu y el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki es sólida, tanto que en la nueva colaboración que realizan, El Renacido (The Revenant), pareciera que fue el fotógrafo el que arrastró al director a sus terrenos, realizando una cinta hecha para su lucimiento, dejando atrás la historia y la narrativa, las cuales no están al mismo nivel que la técnica.
Hugh Glass sirve de guía a un grupo de cazadores cuando es atacado brutalmente por un oso grizzli, herido mortalmente es dejado atrás por el grupo bajo el cuidado de dos hombres y su hijo, quien es asesinado por uno de ellos, y quienes lo abandonan a su suerte. Cuando logra sobrevivir recorre todo el camino al fuerte donde sabe estarán para cobrar su venganza.
El Renacido si bien tiene elementos del cine de Iñárritu en realidad es una película de Lubezki quien domina con su fotografía todo, mostrando lo que ha aprendido a través de los años y haciendo que por momentos parezca una cinta de Terrence Malick aunque sin la filosofía de éste, sólo en la puesta en escena preciosista. Una sucesión de imágenes bellas, llenas de vida, pero sin un contexto que les sustente o justifique en la historia.
Leonardo DiCaprio es el personaje titular de la cinta, lo vemos realizar diversas cosas en ella que no cualquiera haría, sólo alguien desesperado por conseguir una nominación al Oscar y que desee llevárselo a casa. Cierto, le vemos comer hígado crudo, estar bajo temperaturas heladas, pero en realidad no hay demasiada emoción en lo que hace, al buscar hacer una actuación contenida pierde mucho en el camino. Quizá se lleve el Oscar pero en ese caso será como es tradición de la Academia: porque se lo deben y no porque lo merezca en esta ocasión. Quien sí se roba la cinta con su actuación y logra que el público le odie casi de inmediato es Tom Hardy, villanísimo de la historia que refleja al ser encerrado en sí mismo que sólo vela por sus intereses. Y es importante señalar que Will Poulter continúa creciendo como actor, demostrando que puede convertirse en uno de los más importantes de su generación.
La lucha por sobrevivir del personaje principal está llena de metáforas, desde la más obvia, cuando renace saliendo de la tierra tras ser semienterrado vivo, con la piel infectada por las lesiones causadas por el oso. De ahí vemos avanzar su curación física casi a la par que la emocional, le vemos renacer espiritualmente cuando en un temazcal improvisado ve en una visión a su hijo muerto; le vemos desnudarse para meterse al interior de un caballo y sobrevivir la noche, renaciendo como un nuevo ser. Desafortunadamente no hay demasiada emoción en lo que pasa en pantalla, el director parece más preocupado en permitirle a Lubezki realizar imágenes impresionantes que en crear una narrativa que impulse la historia. Y no, no hay que confundir lo que hace Iñárritu con lo que hacen los directores contemplativos, por lo menos pasan cosas e impresiona sin dormir como aquellos buscan hacer al espectador.
El Renacido busca ser una cinta épica pero carece de la emoción necesaria para serla, quiere ser filosófica pero le falta fuerza para serlo, quiere ser un film sobre la venganza pero carece del impulso final para dar una lección al respecto. Eso sí, es un placer visual, es un goce para los que deseamos ver imágenes que se impregnen en la memoria cinematográfica, pero carece de impacto en historia. No es aburrida pero tampoco alcanza a ser épica o espiritual del todo. Una cinta hecha para conquistar premios pero no los corazones de las audiencias.
Los invitamos a ver el tráiler.
Revenant: El Renacido (The Revenant)
Director: Alejandro G. Iñárritu
Guión: Mark L. Smith / Alejandro G. Iñárritu
Basado en la novela homónima de Michael Punke
Con: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Will Poulter
Música: Ryuichi Sakamoto / Alva Noto / Bryce Dessner
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Estudio: Anonymous Content / Appian Way / M Productions / New Regency Pictures / RatPac-Dune Entertainment / Regency Enterprises
Distribuidor: 20th Century Fox
Fecha de estreno: 25 diciembre 2015 (Estados Unidos) 29 enero 2015 (México)
País: Estados Unidos 2016
Duración: 256 minutos
