Los cortos del CCC en el FICG 2016

ccc ficg16Como cada año el Festival Internacional de Cine de Guadalajara es una ventana para exhibir los últimos trabajos que se han realizado en México, siendo aprovechado esto por diferentes productoras entre ellas, el Centro de Capacitación Cinematográfica que llevo diversos trabajos, entre cortometrajes y largometrajes, a presentar en sociedad. Parte de lo que se exhibió por ellos fueron La Casa de los Lúpulos (Paula Hopf), Baño de Vida (Dalia R. Reyes) y El Ochenta (Juan Manuel Zúñiga).

Baño de Vida es un mediometraje documental que busca retratar lo que sucede en unos baños de vapor de la ciudad de México, desafortunadamente en lugar de crear un trabajo sobre lo que son estos lugares le da vida a tres personajes que coinciden en unos de ellos: Felipe, el encargado de los baños y que vive recordando su juventud, cuando era la reina de la fiesta; José, una clienta asidua a ellos desde pequeña y que va con su familia aún; Juana, una trabajadora de limpia de la ciudad de México.

De los tres personajes el más entrañable es Juana, no sólo por ella sino por el grupo con el que acude a este lugar, sus compañeras de trabajo. Ver las interacciones entre ellas dentro de los baños nos muestra la solidaridad que existe en la clase trabajadora, de cómo forman lazos y sobreviven a pesar de todo.

Fallido, sin estructura, con una dirección titubeante que se pierde entre lo que quiere ser y no se atreve a ser.

El Ochenta es un cortometraje que narra la soledad de un hombre que acaba de ser deportado de los Estados Unidos, vive con su hermana y su cuñado quien ya no lo soporta. Cuando le piden que ayude a un viejo que está desmantelando su taller mecánico, hace amistad con él y descubre los secretos que encierra la motocicleta con el número ochenta.

Un cortometraje entrañable que tiene su fuerza en la química de sus protagonistas, con una historia sencilla que encierra una lección de vida, para ambos personajes, que logra hacer reflexionar al espectador y que reflexiona sobre el papel de la familia en la vida. Interesante.

La Casa de los Lúpulos. Una sorpresa. Un trabajo que impacta, complicado de clasificar, un golpe de emociones. Un documental que no es estrictamente un documental, es una cinta experimental que sin embargo no lo es. Utilizando como pretexto la historia de su familia, la de su padre y la suya propia, la directora realiza un mapa de las crisis económicas en México, de lo complicadas son las relaciones de pareja, de lo complejo es el vivir con tus padres y no entender el mundo te rodea. Para lograrlo utiliza las viejas grabaciones caseras de la familia, las viejas películas en Super8 de su padre… Todo narrado sin un sólo diálogo ni voz en off sino con escritos que no describen lo que vemos en pantalla sino que narran una historia paralela que nos adentra en nuestras propias pesadillas y recuerdos.

Destaco la secuencia de la fiesta de cumpleaños donde el tema de “Like a Rolling Stone” de Bob Dylan es tocado por un grupo mexicano de rock chicano, que describe de forma perfecta la forma se desmoronará la vida de esa familia mexicana. Así mismo el regreso de la directora a su antigua casa de los Lúpulos en Puerto Vallarta, convertida ahora en un hotel cuya concurrencia es homosexual, con decorados que brincan a la vista por su mal gusto.

La Casa de los Lúpulos es un trabajo que se debe ver, apreciar y sentir. Indispensable.


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