Cuando la aduana norteamericana toma el barco, un joven debe deshacerse de la droga que intentaba meter de contrabando a Estados Unidos. Esa acción provoca que los encargados de recibirla le den un plazo de dos semanas para pagar el cargamento o ser asesinado. Como la deuda se hereda a la familia su cuñado, un mítico contrabandista, decide ayudarle. En el camino descubrirá algunas mentiras que podrían terminar con todo lo que busca preservar.
Acción. No hay más. Una simple y entretenida película de acción. Y bien hecha. Muchas veces se agradece lleguen películas cuya única pretención sea meter dinero a la taquilla y lograr que el espectador se pierda un rato entre persecuciones, escapes milagrosos y finales felices donde el héroe es recompensado y los villanos castigados. Contrabando es una de ellas.
Contrabando es el remake de Reykjavík-Rotterdam filme realizado en Islandia y que era protagonizado por Baltasar Kormákur quien en la versión norteamericana toma la silla de director. En esta ocasión los actores son Mark Wahlberg, Ben Foster, Giovanni Ribisi, J.K. Simmons y hasta se cuela entre ellos Diego Luna. El único personaje femenino de la cinta está interpretado por una megadesaprovechada Kate Beckinsale quien podría haber sido sustituida con un sofá o un coche.
Mark Wahlberg utiliza todo su carisma para mantenernos atrapados en su historia, en sus preocupaciones y nos lo hace lo suficientemente creíble como para pasar por alto algunas inconsistencias de la historia que, por una ocasión más, no importan, lo que interesa es divertirnos y lo hace con creces. También se destaca Ben Forster como su mejor amigo y J.K "Ya no soy Jameson" Simmons. Ribisi sigue practicando su papel de loco perdido en las drogas de la cinta Diarios de un Seductor (The Rum Diaries) aunque cada vez sin menos gracia.
Las secuencias de acción están excelentemente dirigidas y logran rodear el borde de lo ridículo para solo rozarlo, llevarnos al extremo de los absurdos y los típicos cliches y aún así no decepcionar, al contrario, sacan sonrisas y tensan en los momentos precisos. Además resulta muy interesante ver como se contrabandea dentro de los barcos para llevar la mercancia a Estados Unidos.
Para todos aquellos que quieran verla porque sale el charolastra de Diego Luna, su aparición en pantalla es muy pequeña, eso sí, importante para la historia y para una de las secuencias de persecución más largas de ella. Si bien pareciera que esta condenado a papeles menores en Estados Unidos lo cierto es que pasar de un cuidador de puertas a jefe de una banda de ladrones ya tiene mérito.
Un detalle a considerar es que dentro de toda su banalidad la cinta le exige al espectador un poco de cultura al hacer un gran juego con una de las pinturas de Pollock.
En estos días previos al Oscar donde todos quieren ver las cintas nominadas se agradece llegue a la pantalla este tipo de películas cuya única intención es entretener sin pretenciones artísticas.
Contrabando
Contraband
Baltasar Kormákur
Estados Unidos 2012