Imaginemos que hay una compañía capaz de implementar falsos recuerdos en tu mente. Cansado de todo lo que te rodea, el hastío del trabajo, el sentir no avanzas en tu vida personal, decides ir a ella y te implantas un falso recuerdo de ser un agente secreto, un doble agente que peleara tanto por el gobierno como con la resistencia. ¿Sabrías reconocer si lo que estás viviendo es la realidad o sólo un falso recuerdo?
El cuento “Podemos recordarlo todo por usted” (We Can Remember It for You Wholesale) de Philip K. Dick fue llevado al cine en 1990 como El Vengador del Futuro (Total Recall) por Paul Verhoeven y fue protagonizada por Arnold Schwarzenegger y tenía, para México, el atractivo de que se había rodado en el DF, en la Glorieta de Insurgentes y en la recién inaugurada estación Chabacano de la Línea 9 del metro.
En esta ocasión, El Vengador del Futuro, más que un remake de la anterior, es una nueva adaptación del cuento original, la cual quita toda referencia a Marte para centrarla en luchas contra el imperialismo. Desafortunadamente la historia se alarga y se alarga tanto que resulta aburrida por momentos y pierde al espectador cuando ya lo tiene en la bolsa.
Dirigida por Len Wiseman, quien ha realizado las cintas de Underworld con su esposa Kate Beckinsale, la cuarta parte de Duro de Matar y el piloto de la exitosa serie de televisión Hawaii Five-0. Como ya es común en él, las secuencias de acción son expectaculares, aunque en esta ocasión un poco alagargadas, sobradas, lo que diluye la emoción. Un buen ejemplo de lo anterior es la persecución automovilística que cada vez dura más y más y termina siendo hasta olvidable por lo mismo.
Colin Farrell está muy bien en su personaje, es fácil comprarle su situación, creer que lo ocurrido es fortuito y él sólo está reaccionando ante ello. Beckinsale como su esposa-agente del gobierno que busca eliminarle nos recuerda a sus personajes de Underworld y Jessica Biel adorna la pantalla con su belleza.
La película es Ciencia Ficción que toma los elementos clásicos del género para crear una divertida, aunque alargada, cinta de acción, llena de buenos momentos y que visualmente es impresionante, recordando a los robots de Yo, Robot (Alex Proyas 2004) y a los clones de Star Wars. Se agradece no hayan caído en la tentación de hacerla 3D y que nos permitan disfrutar este tipo de cintas, llenas de detalles, en un clásico 2D. Aunque en lo personal me quedo con la versión de Verhoeven.