Qué esperar cuando está esperando es un ensemble de actores que busca el mostrar los bueno, lo malo y todo aquello en medio de tener un hijo. Sin embargo se queda en un retrato a medias de lo que buscan mostrar al tener a demasiados actores sin lograr que sus historias den el ancho para justificar su aparición en pantalla.
La película es un ensamble con 5 parejas, más el grupo de padres que incluye a Chris Rock. Y es que en los últimos años se ha buscado crear películas que tengan a todas las personalidades del momento en una sola película, tenemos Año Nuevo (New Year's Eve, Garry Marshall / 2011) o Día de los enamorados (Valentine's Day, Garry Marshall / 2010), películas con un casting gigántesco pero sin razón de ser más allá de perfilarse como un prodcuto para vender. Qué esperar cuando se está esperando no llega al punto bajo de éstos ejemplos pero sí muestra el poco entendimiento de los creadores sobre lo que es un verdadero ensemble, dejando al espectador una película que se queda a medias.
La película se divide en situaciones que las parejas tienen que enfrentar. Tenemos aquellos que después de intentar por dos años tener un hijo quedan embarazados y tienen que lidiar con el competitivo padre que tiene una esposa de 25 años que también está embarazada. Otra pareja representa la problemática de la adopción, una más la pérdida del bebé y otra presenta el conflicto de quién debe de tomar las decisiones que tengan que ver con el bebé y por ultimo, un grupo de padres que para liberarse del yugo femenino del cuidado de los hijos se juntan a cuidar a sus hijos a su manera.
Lo más complicada en este tipo de películas es lograr que cada personaje logre ser único y no caiga en la repetición, efecto que se debe de lograr en poco tiempo ya que al tener tantos personajes el tiempo en pantalla de cada uno es muy corto. La película no logra dar un tono diferente a todos los personajes ni el peso necesito a cada historia.
Jennifer Lopez y Rodrigo Santoro abordan el tema de la adopción. Un tema que es complicado por cualquier lado que se quiera abordar y lo es mucho más cuando tienes escenas contadas para mostrar lo difícil que es para una pareja enfrentarse a este proceso. El padre el saber que va a ser padre, la madre con la culpa de no poder tener hijos y lo difícil que es lidiar con el proceso de adopción. Todo esto que podría causar emociones encontradas no llega ni a la superficie del problema al sólo mencionar de pasado problemas como lo difícil que resulta poder tener la aprobación para adoptar, los cambios económicos, la desesperación de la mujer con respecto a querer un hijo y la culpa que conlleva el no ser fértil. Sin embargo, todos estos problemas sólo son mostrados superficialmente dejando una historia plana y poco estructurada, mostrandola más como justificación para contratar a más actores y no como necesaria en la película.
Otra de las historias que bien podría haber sido condensada en otro personaje es la de Cameron Diaz y Matthew Morrison, la pareja que pelea por cada detalle sobre la vida del bebe. Cameron Diaz representa la posición de que la madre es la única que puede tomar las decisiones importantes, dejando completamente fuera a su pareja de cualquier decisión que se tenga que tomar, hasta darse cuenta que no puede hacer todo ella sola y necesita el apoyo de su pareja. Más allá de éste conflicto, el cual es presentado pobremente y de manera exagerada, no hay razón para tener la pequeña e insípida historia que representan estos actores.
En contraste con estas dos historias que añaden casi nada a la película, se presentan las parejas de Elizabeth Banks y Ben Falcone junto con la pareja del padre del personaje de Falcone, Brooklyn Decker y Dennis Quaid. La historia que presentan estos cuatro personajes es la mejor creada de todas. Banks y Falcone son una pareja que después de dos años de buscar quedar embarazados por fin lo logran. Sin embargo su sorpresa queda eclipsada al saber que la joven esposa del padre de Falcone también está embarazada. Banks es una especialista en el embarazo pero cuando se embaraza se da cuenta que no todo es cuento de hadas. Decker es el papel irreal de la película, creado para reír al siempre mostrarla hermosa, sin naúseas, usando tacones y con una resistencia al dolor inhumana.
Anna Kendrick y Chance Crawford son la otra parte de la película que representa en pocas escenas y pocas palabras lo doloroso que puede ser perdere a un hijo que aun cuando no era planeado sí era deseado. Sin necesidad de dramas telenovelescos se presenta el proceso desde enfrentar a un embarazo no deseado, la perdida del feto, la ruptura amorosa y la reconciliación. Son de la pareja que menos tiempo tienen en pantalla pero logra en cada escena mostrar lo necesario para entender la historia, a diferencia de los rellenos de Jennifer Lopez y Cameron Diaz.
Por último, cabe destacar el grupo de los padres que se junta para cuidar a sus hijos. Lidereados por Chris Rock, este grupo busca poder cuidar a sus hijos sin la constante supervisión de las madres y así ellos poder cometer sus errores y arreglarlos a su manera.
Qué esperar cuando se está esperando se pierde entre historias que no están bien condensadas para poder dar la fuerza necesaria en una película de este tipo. Un ensemble tiene que justificar la razón de cada personaje, no puede haber actitudes ni personalidades parecidas porque se pierde el punto de tener a muchos actores presentes, cada uno debe ser único y así darle razón de ser de estar consumiendo minutos en pantalla. Sin embargo, la película sólo logra este cometido con Banks y Falcone (y la familia de éste), Kendrick y Crawford, y el grupo de padres, haciendo que el film sea disparejo, por momentos divertido pero en su mayoría plano y poco ameno.