La ciencia ficción en México es un género que ocasionalmente se aborda y no siempre los resultados son alentadores. Desde las cintas de blanco y negro donde se utiliza el stock de cintas extranjeras hasta llegar a los esfuerzos de una extraordinaria Utopia 7 de Leopoldo Laborde de 1995 y la fallida 2033 de Francisco Laresgoiti estrenada en el 2010, el género regularmente corre con mala suerte en taquilla y con la crítica. Ahora este 2011 es oportunidad de La Última Muerte opera prima de David Ruiz “Letxe”.
La película retrata el misterio que envuelve a un joven fugitivo que es encontrado por un doctor que al intentar ayudarle a recobrar la memoria descubre que ha sido objeto de diversas operaciones. La búsqueda los pondrá a ambos al borde la muerte al enfrentarse a un poderoso y oscuro personaje que tiene motivos personales para que nadie sepa lo que sucede.
Ambientada en un futuro cercano en un país inexistente, la cinta es un interesante esfuerzo por crear una cinta de ciencia ficción con el mínimo de elementos pero con gran cantidad de detalles. Lamentablemente la cinta sufre de un endeble guión y una falta de interés de casi todos los actores en hacer creíble lo que están haciendo, sólo tenemos destellos donde todo funciona perfectamente, como en la secuencia donde se analizan los órganos dañados.
La cinta funciona principalmente por la actuación de Kuno Becker, alejado de los cliches que atormentaron al espectador en Te presento a Laura (Fez Noriega, 2010) y que demuestra el por qué ha sido contratado en diversas producciones norteamericanas como CSI Miami. Su personaje es creíble y la transformación física a la que recurre es impactante: adelgazó 15 kilos para interpretarle, se rapó y rasuró las cejas, además de que se sometió a maquillaje y uso de pupilentes especiales.
Becker tiene como compañero de actuación a Alvaro Guerrero, quien deambula en la cinta sin poder explotar todo su talento, sin poder dotarlo del dramatismo necesario y hacer creíble el conflicto que tiene su personaje al final de la película.
Los efectos especiales son muy destacados, no son exagerados o caricaturizados, donde en realidad logran llevarnos al futuro es con los pequeños detalles, como aquellos donde los pagos se hacen al presionar el pulgar en un escáner o donde al entrar a un hospital se hace un rápido diagnóstico computarizado al momento de cruzar las puertas.
Una opción de cine mexicano que busca romper los esquemas clásicos y que arriesga en busca de productos novedosos, aunque fallidos todavía, son la puerta para nuevas creaciones. Además busca crear debate sobre la pena de muerte, la clonación y las intenciones detrás de las buenas intenciones de los filántropos.