Arturo Ripstein regresa a la pantalla grande con una particular visión de Madame Bovary del francés Gustave Flaubert, adaptada al México actual y protagonizada por Arcelia Ramírez en el papel principal. Desafortunadamente, a pesar de los grandes intentos del director por alejarse del estilo que salpicó durante años su cine, un guión lleno de frases de novela que se sienten todo menos naturales e interpretaciones teatrales de casi todos los involucrados no permite que la cinta Las Razones del Corazón se sienta fluida.
Ripstein es una de las vacas sagradas de la cinematografía mexicana y pareciera que sólo hay dos opciones con su cine, o te gusta o lo odias. En esta ocasión debo reconocerme como un gran admirador de su trabajo y apreciar su retrato de la sordidez humana que procura siempre representar. Y debo decir que Las Razones del Corazón es, para mí, uno de sus trabajos más flojos de los últimos años a pesar de lo valiente que es el presentar el retrato de una mujer atrapada en un amour fou en pleno siglo XXI.