Lu-To o el desencanto del amor

2015

LuTo criticaDirigida por Katina Medina Mora, Lu-To es una cinta que muestra el deterioro de la relación amorosa de dos jóvenes con personalidades opuestas que se enamoraron y ahora ven como su relación se destruye con cada decisión que toman.

Luisa y Tomás son un par de jóvenes de clase media con sueños e ilusiones, enamorados a pesar de las señales que pronostican un inminente fracaso. Él, un aspirante a escritor, interpretado por Juan Pablo Campa; ella, una publirrelacionista, encarnada por Patricia Garza, una pareja común que después de algunas citas deciden vivir juntos. Lo que comienza como una emocionante aventura amorosa pronto se convierte en una rutina, hartazgo, en distancia, celos, inseguridades, miedo y duda.

Katina Medina Mora toma por primera vez el papel de directora con esta cinta que cuenta con diálogos maravillosos que son, al mismo tiempo, tanto dolorosos como divertidos. La directora logra mostrar a dos personajes tan distintos que uno como espectador sabe exactamente a dónde va todo. Y es que muestra una relación real como dolorosa.

Luisa y Tomás son dos personajes que todos conocemos, uno ambicioso y con una vida activa, mientras que el otro un idealista desencantado que se deja caer en un hoyo depresivo que acaba con su creatividad y lo hunde en la pasividad.

La relación de estos dos personajes está perfectamente balanceada con la música, que llega a ser emotiva pero no opaca ni llega a ser melodramática, es un acompañamiento mientras vemos la destrucción de una relación que empezó -como todas- en perfecta felicidad.

Es notable el trabajo técnico de Medina Mora como directora, se nota su experiencia tanto de teatro como de primera asistente de dirección. La cinta lleva un ritmo pausado pero constante, es un vaivén entre pasado y presente que muestra la felicidad contra el desencanto, el deseo de volver a esas emociones que los embargaron al principio pero de verse imposibilitados de regresar.

Patricia Garza, a quien hemos visto en Entre Sombras, da una actuación muchísimo mejor que la cinta dirigida por Tony Wakefield. Garza muestra la desilusión que le provoca vivir con alguien pasivo, su actuación muestra el dolor, la desesperación y el hastío de una situación que no puede cambiar porque no está en sus manos cambiarla.

Juan Pablo Campa desespera en pantalla por su actuación de un joven escritor imposibilitado de seguir escribiendo y estancado en una relación donde es testigo del éxito de su pareja más no del suyo. Los diálogos de Campa son de lo mejor, sus respuestas tanto físicas como verbales son naturales, son aquellas que hemos escuchado decir a amig@s o que las hemos escuchado alguna vez en nuestra vida.

Garza y Campa logran dar vida a una pareja común con problemas tan ordinarios que es imposible no identificarse con alguno de ellos. Es muy fácil lograr empatía con ambos, entender las razones de los dos y saber que el final es inevitable.

La historia le da más peso al personaje femenino sin que éste sea opresivo ni minimice a su contraparte masculina y la dirección de Mora logra que la película no caiga en el discurso de que el hombre es siempre el problema, sino que maneja la cinta con sutileza mostrando a dos personas que no estaban destinadas a estar juntas.

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