Disney ha encontrado en sus parques temáticos un motivo para hacer nuevas películas que le sirvan como grandes comerciales de los mismos y así llevar más gente a ellos. Ahora le toca el turno a Tomorrowland, la cual es dirigida por Brad Bird y protagonizada por George Clooney, con resultados no tan afortunados.
Casey Newton vive con su padre y su hermano en Cabo Cañaveral, donde el futuro de la familia es incierto ante el desmantelamiento del lugar. Tras recibir de forma misteriosa un pin que le muestra un futuro brillante de la humanidad, busca la forma de llegar a él. Para conseguirlo es guiada con Frank Walker, alguien quien ya ha estado ahí y tiene prohibido regresar.
Tomorrowland promete más de lo que nos ofrece en pantalla. Si bien tiene un inicio prometedor que apela a la nostalgia de las películas de Disney de ciencia ficción, pronto es patente que no saldrá de esa zona, que toda la película busca ser un homenaje a ese tipo de películas, con mejores efectos quizá, pero menos corazón. Y para ello no duda a recurrir a clásicos de la casa productora, como Rocketeer (Johnston 91) o repasar escenas de El Abismo Negro (The Black Hole, Nelson 1979). Quizá el punto más alto de esto sea cuando vemos una tienda de coleccionables del género, donde no sólo tenemos memorabilia de Klaatu o Star Trek, también la llena de cosas de Star Wars, restregando en la cara del espectador todo lo que se pondrá a la venta cuando salga el Episodio 7 de la saga, prostituida desde ahorita al cansancio por la empresa.
Pero la película no sólo rinde homenaje a clásicos del cine de ciencia ficción, quizá el más sobresaliente es a una saga literaria, La Torre Oscura (The Dark Tower) de Stephen King, cuando la joven protagonista va a iniciar su camino en Tomorrowland es indudable la influencia de esas novelas, por momentos recuerda a Los Territorios, zona descrita en El Talismán (King/Straub) y que muestra parte del mundo de la Torre Oscura.
George Clooney como el guía es correcto, no sorprende pero no molesta. Sobresale mucho más Raffey Cassidy como Athena quien con sus humores logra convertirse en el mejor personaje de toda la película, seguida de cerca por Britt Robertson. Y la participación de Hugh Laurie es tan anodina que pudo haberla hecho cualquier otro sin que pase nada.
Tomorrowland es ingenua, es frágil, es demasiado predecible, sin emoción, aburrida por momentos. Y sin embargo tiene su encanto, es amable, quizá su peor error sea el de querer ser lo más ambientalista, ecologista, posible. El ser políticamente correcta, el tratar de educar a la gente a que tome consciencia del daño que se le está haciendo al planeta resulta demasiado forzado, cansado, como un disco oído mil veces y que ya sabemos todo lo que nos puede obsequiar y no nos sorprende, es más, lo ignoramos.
Pero sin duda lo mejor de la película son sus efectos especiales, desde el cohete de Rocketeer a los robots que buscan detener al grupo todo es un manjar visual, y la escena donde Casey ve Tomorrowland y observa las piscinas colgantes, los juegos y el mundo perfecto, te logran involucrar en el entorno.
Tomorrowland es una película de corte ecológico, demasiado ingenua por momentos, pero que a los incondicionales del género les dejara un buen sabor de boca. Además para los fans de Damon Lindelof encontrarán en esta película sus guiños de siempre. Y para aquellos que aman la UNAM, sin duda el logo de Tomorrowland les recordará otro más cercano.
Los invitamos a ver una colección de videos de la cinta.
Tomorrowland
Director: Brad Bird
Con: George Clooney, Hugh Laurie, Britt Robertson, Raffey Cassidy
Distribuidor: Walt Disney Pictures
Fecha de estreno: 22 mayo 2015
País: Estados Unidos 2015
Duración: 130 minutos
