Tamara y la Catarina, reuniendo las soledades

2016

tamara y la catarina lucia carreras angeles-cruzLas cintas que involucran personajes que sufren algún tipo de discapacidad tienden a caer invariablemente en los lugares comunes y clichés del tema, haciendo de estos personajes tan inverosímiles con la realidad que sólo pueden existir así en las películas, hay excepciones, como la extraordinaria Mi Nombre es Khan (My Name Is Khan Johar 2010) y ahora, desde México, llega una de que no sólo conquista el corazón del espectador sino lo mueve a la reflexión y a la autocrítica, la tercera cinta de Lucía Carreras como directora: Tamara y la Catarina.

Tamara despierta un día para descubrir se encuentra sola en casa, su hermano se ha ido y ella no entiende porque su rutina diaria ha sido trastornada. Un día al regresar del trabajo descubre una niña en un puesto de periódicos sin supervisión y decide protegerla, por lo que se la lleva a su casa. El descubrimiento del hecho por una vecina de la tercera edad hace que las cosas tomen caminos inesperados y es que Tamara sufre una discapacidad mental que no le impide comprender la naturaleza de algunos de sus actos.

Lucía Carreras ha desarrollado una gran trayectoria como guionista en el cine mexicano, ganadora del Ariel en la categoría de guión original por La Jaula de Oro (Quemada-Díez 2013), pero no sólo ha sido en este espacio donde ha destacado, su Opera Prima, Nos Vemos Papá, nos descubrió una directora sin miedo a mostrar en pantalla situaciones incomodas para la sociedad, hecho que se reafirma en esta su nueva película, una cinta sobre la complicidad femenina y, sobre todo, sobre ese sentimiento de proteger al desvalido aunque uno mismo lo sea.

Y si el guión de Tamara y la Catarina es su primer gran acierto, lo cierto es que la cinta es imposible de entenderse sin sus dos coprotagonistas, Ángeles Cruz y Angelina Peláez, quienes logran transmitir toda la complejidad de sus personajes, seres humanos que viven rodeados de una inmensa soledad y que sin embargo son capaces de sacrificar por proteger al otro, al que se ve más abandonado aún. Hasta la pequeña que da vida a la Catarina parece en verdad saber lo que está haciendo comportándose a la altura de su papel.

Ángeles Cruz crea en Tamara uno de los personajes más humanos del cine mexicano de los últimos años, su personificación de Tamara es una bofetada al espectador que de golpe se descubre invadiendo la privacidad de una mujer con discapacidad, sin jamás pensar que es una actriz haciendo el papel de lo meticuloso y realista, una de las grandes actuaciones de los últimos años dentro del cine nacional.

Lucía Carreras demuestra su evolución como directora en los pequeños detalles que dan vida a esta propuesta, no busca apresurar las cosas, permite que la película tenga su vida propia, su estilo, su ritmo, sin forzarlo o buscando ser complaciente con las audiencias, sólo deseando ser fiel a lo que presenta, concretando una historia dura, llena de amor, de desesperanza, de dolor y de una sensibilidad que nos vaticina aún trabajos más impresionantes por venir.

cartel tamaraylacatarinaY sí, la gran protagonista es Tamara, no sólo por la actuación sino por los detalles del guión que nos remarcan su personalidad, le vemos atrapar lagartijas para guardarlas en una pecera, alimentarles, cuidar de ellas. Obsesionada con las catarinas vemos este objeto ser parte de su vida diaria, en la mochila lleva, en estampas que pega, en el objeto que sigue en el centro y que le lleva directo a conocer a la niña. Así mismo por la forma en que trata de localizar a su hermano incapaz de entender que la voz grabada que le indica que el teléfono no está disponible jamás le oirá o dará una solución (por cierto, voz proporcionada por la directora).

Además de las mujeres la ciudad de México es otro de los grandes protagonistas, las calles del centro lucen como un lugar perfecto para el abandono social, donde a pesar de que la gente te rodea en realidad estas solo y nadie voltea a verte o ayudarte y, de nuevo, solo aquellos que parecen más necesitados de ayuda se permiten ayudar al otro, como reconociendo en ese apoyo la urgencia que tienen del mismo. Ayuda mucho para ello la fotografía de Iván Hernández, fría, nada cálida, forzándote al distanciamiento de los demás.

Como en su primer trabajo, los hombres sólo aparecen como detonantes de la historia, como una sombra que aprieta a los protagonistas, grises y perversos y humanos, desdibujados y sin fuerza a pesar de que sus actos son los que determinan muchas cosas de la historia, en este caso el abandono que realizan afecta a ambas protagonistas.

Tamara y la Catarina tuvo su premiere latinoamericana dentro del Festival Internacional de Cine de los Cabos, lugar donde se alzó con el prestigiado Premio de FIPRESCI (Federación Internacional de la Crítica Cinematográfica), y es una opción diferente que a pesar de retratar zonas de miseria no cae en la llamada porno miseria ni se regodea con ella, se convierte en una película de valores sin ser moralina o aleccionadora al respecto, es, una cinta para perderte en las actuaciones, en la angustia de la historia y reflexionar sobre nuestro papel en el día a día.

Los invitamos a ver los tráilers de la cinta.

Director: Lucía Carreras

Guión: Lucía Carreras

Con: Ángeles Cruz, Angelina Peláez, Mercedes Pascual, Harold Torres, Gustavo Sánchez Parra

Distribuidor: TBA

Fecha de estreno: TBA

País: México / España 2016

Duración: 108 minutos

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