Dirigida por David Leitch, director de John Wick, Atómica nos lleva al mundo de la Guerra Fría donde los buenos y los malos no siempre se diferencian, y los límites entre lo correcto y lo incorrecto se borran constantemente; siempre con el fin de sobrevivir y lograr la misión.
Érase una vez un director que logró atrapar la imaginación de todos los que veían sus películas, su nombre en alguna cinta era sinónimo de que encontraríamos diversión y emociones en el trabajo (no, no hablo de Spielberg o Zemeckis aunque podría ser), y de pronto el romance con la audiencia terminó, su último canto de cisne podría ser su pasada cinta, Lucy, pero ahora, con “Valerian y la Ciudad de Los Mil Planetas” (Valerian and the City of a Thousand Planets / Valérian et la Cité des mille planètes), Luc Besson confirma a sus detractores al hacer una cinta que a pesar de tener su sello y fijaciones.