Hay ocasiones que una película tiene todo para convertirse en algo memorable, inolvidable, tal es el caso de “Rebeldes de Altura” de Sergio Sánchez Suárez quien en esta ocasión reúne un grupo de actores más que probados en la comedia, a la par que tiene quizá el mejor guión con el que ha trabajado, pero cuya falta de pericia, su nula inspiración al dirigir, convierten lo que promete ser una comedia diferente, en una tortura habitual del cine mexicano.
México 1969. Mitch está obsesionado con encontrar a una compañera de su escuela que fue detenida por actividades subversivas. Cuando se entera por su amigo el Flaco que su padrino, el gobernador de la entidad donde vive, tomará un avión comercial, junto con éste y otro amigo deciden tomar el avión para que éste pueda preguntarle por ella. Las cosas se salen de control y terminan secuestrando el avión, el cual es llevado a instalaciones militares donde comenzará la negociación para liberar el avión, los pasajeros y rescatar a todos sus amigos desaparecidos.