"Downton Abbey", el honor de servir a la Reina

Una de las series de época que se ha ganado el corazón de muchos ha sido “Downton Abbey”, con sus intrigas, sus personajes entrañables, carismáticos, y en algunos casos odioso, pero esos sí nunca inolvidables, esta serie inglesa regresa una última vez con un cierre digno de lo que representó durante seis temporadas.

La historia es sencilla, la Reina llega de visita a Downton Abbey y la familia Crawley debe asegurarse que todo quede impecable, pero sabemos que las cosas nunca salen como lo esperado. Si bien la familia sigue siendo el centro de la historia en general, el corazón resulta la servidumbre que en esta ocasión tiene un lugar especial en la película.

Si bien “Downton Abbey” no necesitaba una película para tener un cierre, ésta resulta un deleite para los amantes de la serie porque nos remonta nuevamente a un mundo único, lejano a nuestra realidad, que resulta mágico y hasta irreal. Sin embargo, la cinta adolece de saberse un producto para los fanáticos de la serie, a pesar de que resulta ser un producto que todos pueden disfrutar, el impacto de la cinta se pierde si no se conocen a los personajes, precisamente porque no se toma el tiempo de introducir ni de explicar quiénes son, por lo tanto, aquellos espectadores que la vean sin conocer la serie, verán una bonita pieza de época, pero será un producto un tanto olvidable.

La cinta está hecha con ese toque de nostalgia, no tanto a la época que retrata, sino de nostalgia al recordar la serie y a volver a ver a los personajes tan emblemáticos como es el de Maggie Smith como Violet Crawley, quien con sus diálogos hace reír a cualquiera y representa a una mujer que no se deja derrumbar ni por la muerte. A su lado, tenemos a su contraparte Penelope Wilton quien da vida a Isobel Crawley y es que el duo Violet-Penelope fue una de las genialidades de la serie porque logró hacer una pareja tan dispar, pero a la vez que lograban congeniar de una manera bastante peculiar. Y es en esta película que vemos un hermoso cierre a esa relación que durante las temporadas fue cambiando hasta crear una interesante complicidad.

Sin embargo, Violet y Penelope no son los únicos personajes que logran un cierre acorde a su arco dramático, y esta parte es lo entrañable de la película porque la cinta se centra en aquellos personajes secundarios o terciarios de la serie y les da un cierre a sus historias que no pudieron tener durante esos cinco años al aire.

Otro aspecto un tanto negativo si lo vemos desde la perspectiva cinematográfica es que la película no se siente como tal, sino que es más bien un extendido episodio de la serie y mucho se entiende al ver el historial del director Michael Engler, quien casi (exclusivamente) ha trabajado en series de televisión, teniendo como excepción “Downton Abbey” y otra película (“The Chaprone”, 2018). No obstante, este aspecto es menor para aquellos fans de la serie porque lo que vemos en pantalla es precisamente lo esperado; eso no quita que le resta calidad si lo vemos desde un aspecto de formato, ya que no se siente como una película.

Fuera de esos pequeños detalles, la cinta entrega lo esperado. Es una trama fiel a lo que fue la serie de televisión y donde podemos despedirnos de nuestros personajes preferidos por una última ocasión.

Downtown Abbey

Director: Michael Engler

Guión: Julian Fellowes

Con: Hugh Bonneville, Jim Carter, Michelle Dockery, Elizabeth McGovern, Maggie Smith, Imelda Staunton, Penelope Wilton

Música: John Lunn

Fotografía: Ben Smithard

Compañía Productora: Perfect World Pictures / Carnival Films

Distribuidor: Universal Pictures (México)

Fecha de estreno: 1 de noviembre de 2019 (México)

País: Reino Unido / Estados Unidos

Duración: 122 minutos