El Narco negocia con Dios, el absurdo para una realidad complicada

El narco negocia con dios obra de teatro foro shakespeare114Escrita por Sabina Berman y con dirección de Ana Francis Mor, El Narco negocia con Dios es una obra de teatro que entre bromas presenta una forma cruda de ver las cosas, se arriesga a utilizar la religión como un método de salvación que se puede comprar; como casi todo en esta sociedad capitalista. Con tan sólo cuatro actores en escena, y la mayor parte del tiempo sólo dos. El Narco negocia con Dios nos presenta a Alberto y Patricia, una pareja disconforme con el otro y con un secreto que no es hasta que la hermana de Alberto, Gaby, harta a Patricia para que ésta se lo confiense: Alberto es impotente y ella tiene un amante que llegará a las 5pm.

Ante esto se enfrentan en una discusión sobre la visión del matrimonio desde el punto de vista religoso, lo que da pie a Patricia, una mujer terrenal pero honesta consigo a misma, a cuestionar cada palabra de Gaby, una mujer de doble moral altamente religiosa y falsamente superior moralmente. Ante tal enfrentamiento, Alberto, un académico deprimido y pusilanime, trata de arreglar las cosas pero sólo termina empeorándolas cuando en un arranque de enojo y desesperación le avienta la biblia a Patricia y, ella sentada en la ventana, pierde el equilibrio y muere de la caída. Desde este punto en adelante el absurdo, la borrosa linea entre lo real y lo imaginario llevan al espectador a seguir los cuestionamientos entre lo bueno y lo malo, lo moral e inmoral entre un académico pusilanime y el amante de Patricia, un narco que compra su salvación.

La obra empieza un poco lenta, sin embargo la actuación pequeña de Ítari Marta como Patricia es fundamental para la obra al ser su personaje un constante recuerdo durante la obra y al sólo verla al principio su actuación es la base para la relación entre el amante y el esposo. Juan Carlos Vives como Alberto es sin duda alguna el actor que más trabajo tiene el obra, con una cantidad de diálogos sorprendente nunca pierde el ritmo y el tiempo que pasa fuera de escena es mínimo. Sin embargo, por momentos su actuación va demasiado lejos, y aunque estamos en el absurdo, entre lo real e imaginario de su mente, su actuación no logra la fuerza que tiene su compañero de reparto. Moisés Arizmendi como el amante, es la sorpresa del elenco. Arizmendi sin duda alguna se roba la obra, no importa que tan maldito suene, que tan duros sean sus diálogos en lo que respecta a su visión de los criminales y su negociación con Dios, Arizmendi logra personificar al narco de manera simpática e impresionante. Haydée Boetto quien personifica a Gaby, la hermana que se cree superior moralmente, no tiene tanto encanto en el escenario. Su personaje no es sencillo al tener que dar vida a un personaje antípatico y no logra superar esto por lo que su actuación no logra crear un lazo con el espectador y su personaje es el que menos fuerza tiene durante toda la obra.

El Narco negocia con Dios es una obra divertida, absurda por momentos pero que entre broma plantea preguntas, situaciones que trascienden a la obra y que el espectador podrá coincidir o refutar a su gusto. La obra se presenta en el Foro Shakespeare con un costo de $300 pesos.


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