Previo a su Conferencia Magistral, Anton Corbijn platicó con la prensa sobre su trayectoria desde sus inicios como fotógrafo a director de cine.
Corbaijn comentó que la mayor parte de los cambios que se han dado en su trabajo como fue el pasar de la fotografía, a los vídeos, diseño y más recientemente a las películas ha sido todo por casualidad.
Al respecto de su interés por ciertos temas, el director comentó que él no escribe los guiones, así que al leer el guión lo que busca es un tema en el que esté interesado en el momento. Su primera película fue algo natural para él porque era un tema que era parte de su vida, fue un momento que le tocó vivir y quería llevarlo a la pantalla grande.
Con The American quiso tener una experiencia diferente al trabajar con una historia de ficción y con un actor norteamericano y no británico. Mientras que con A most wanted man, el tema del post 9/11 es algo que ha cambiado la forma en la que vivimos, trabajamos y viajamos.
Para Corbaijn, este tema sigue latente y si iba a gastar un año de su vida en una película quería que fuera en un tema que le apasionara y valiera el gastar su energía.
Corbaijn remarcó que una de las preguntas más frecuentes que le hacen es sobre el actor Philip Seymour Hoffman y su relación con él. El director platicó que en el set Hoffman era muy intenso, sin embargo sólo puede decir cosas buenas de él porque siempre se entregaba al 100% y ha dejado una gran trayectoria, además está muy agradecido de poder formar parte de la trayectoria de tan grande actor.
Su trayectoria como cineasta tiene un punto interesante de inicio en el que para hacer el filme Control tuvo que vender su casa y para el momento de A most wanted man logró pagar su casa, bromeó diciendo que “para algunos esto es considerado como un progreso.”
A most wanted man tiene la característica de tener como productores al autor y a dos de sus hijos. Al respecto, Corbaijn comentó que leyó el libro y que le gustó mucho pero la novela era demasiado compleja, tal vez una adaptación más fiel sólo se podría si fuera una serie de televisión. Sin embargo, el que el autor estuviera involucrado, le dejo claro que estaba interesado en el producto final pero no le puso ningún obstáculo cuando leyó el guión ni le cuestionó el rumbo que iban a tomar para la película.