Una de las sorpresas del pasado Festival de Cannes fue la cinta Drive que se alzó con la Palma de Oro a la mejor dirección para Nicolas Winding Refn, quien logró crear una cinta violenta, llena de momentos tensos y que sin embargo respira una extraña moralidad que impide juzgar a los involucrados.
La anécdota es mínima, un conductor anónimo se dedica a trabajar como doble en películas de acción y como chofer a sueldo para ladrones que lo requieran, siempre dándoles 5 minutos para hacer todo lo que puedan y huir. Por azares conoce a su vecina quien tiene a su marido en la cárcel. Cuando éste sale lo ayuda en un robo que culmina mal y pone en riesgo no sólo su vida sino la de todos los que lo conocen.
En algún momento de la película uno de los personajes dice que antes el hacía pequeñas películas de acción, un poco sexys, que para la gente eran un poco europeas, que en realidad para él eran una mierda. Ese es el espíritu de la película. Una cinta que a la mayoría le parecerá terrible por su aire europeo pero que en el fondo es una de las mejores cintas de acción y violencia del año.
La película la carga sobre los hombros Ryan Gosling como el conductor, dotando al personaje de una fuerza increíble, haciéndolo real, creíble. De nueva cuenta muestra porque es quizá el mejor actor de su generación al realizar una actuación llena de matices y texturas, donde muchas veces lo que más define todo es una mirada o un guiño.
Pero Ryan no es el único que hace un gran papel en la película, también tenemos a Bryan Cranston quien interpreta a su mejor amigo, actor que muchos ubicarán por llevar el protagónico de Breaking Bad y por haber sido el padre en la serie Malcom el de en medio. También participa el comediante Albert Brooks rompiendo con su línea dando vida a un mafioso y Carey Mulligan que da a su personaje la transparencia necesaria para hacerla entrañable. En un pequeño papel tenemos a Christina Hendricks quien demuestra porque es considerada una de las mujeres más sexys del mundo.
Uno de los aspectos técnicos sobresalientes es la fotografía, la cual si bien es hecha con cámara digital logra evocar las texturas de los 80s, creando una extraña sensación de cine retro con técnicas actuales. Además siempre se mueve en espacios pequeños, claustrofóbicos que llenan de ansiedad al espectador.
La música juega un papel muy importante en la película, el score es un electropop, creado por Cliff Martinez quien nos sorprendió en 1989 con su trabajo para Sexo, Mentiras y Video (Sex, Lies, and Videotape, Dir. Steve Soderbergh), Pump Up the Volume (Dir. Allan Moyle, 1990) y recientemente Contagio (Contagion, Soderbergh 2011). En esta ocasión su trabajo es promordial para ubicarnos en la historia e involucrarnos en los sentimientos de los personajes.
La película juega con el surrealismo y el ensueño, el detalle de la cazadora que usa Gosling durante buen metraje de ella es una clara muestra de ello, le vemos llenarse de suciedad y de sangre sin que se la cambie, creando sensaciones intensas.
Drive es una excelente opción de cine independiente que logra crear una perfecta sincronía entre arte y cine comercial, dejando al espectador con la sensación de haber presenciado una fábula moral llena de mensajes para el alma.