Rumbos Paralelos, la familia es más que genética

2016

rumbos paralelos criticaDirigida por Rafael Montero, Rumbos Paralelos es una cinta que sobresale de la media de las cintas del cine nacional tanto por su dirección, como actuaciones y un guión sólido y dramático que bordea exitosamente el melodrama.

La historia nos muestra dos familias que en un primer plano se distinguen por sus diferencias en el nivel económico y después nos muestran las dinámicas familias de ambos y sus diferencias socio-económicas, sin embargo, no tardan mucho para mostrar el conflicto principal, uno de los dos niños está enfermo y resulta que los padres, en realidad no lo son.

Si bien la película llega un poco rápido a este punto y parece que cuando Ludwika Paleta conoce a Iliana Fox y el problema que tiene el hijo de ésta úlima, Diego; que la película sólo se va a alargar innecesariamente, no es así. El guión logra mantener el drama poniendo obstáculos en el camino de ambas familias, hasta el punto de poner en tela de juicio lo que significa “ser familia”.

Rumbos Paralelos le falla en tener una edición fluida, por momentos la cinta se siente acartonada y sin mucho ritmo; sin embargo, eso no quita que tenga una buena dirección y, en general, el casting estuvo adecuado para cada papel. A pesar de que Paleta se ve impresionante, el nivel actoral de Fox es mucho mayor y se nota que Paleta es físicamente hermosa pero no tan buena actriz. Mientras que los niños Julián Fidalgo y Santiago Torres son los que se roban la película con actitudes muy naturales y adecuadas a los papeles que están interpretando.

Lo interesante es ver una película donde si bien los hombres están presentes, esta cinta es una película que se enfoca principalmente en la perspectiva de las mujeres y madres de estos niños. Los hombres de la cinta son parte del conflicto, pero quienes toman las acciones y llevan la historia son tanto Fox como Ludwika.

La cinta tiene calidad en su hechura y muestra un buen drama donde vemos a dos mujeres destrozadas al ver que por 10 años han creado una vida con un hijo que bilógicamente no es de ellas, pero que en ese tiempo es innegable se ha convertido en su familia. A partir de ahí se dan varios argumentos que muestran tanto el lado de que la familia se hace con el amor y el tiempo, así como que la familia se lleva en la sangre primero que nada.

Fox y Ludwika sostienen sus papeles y aunque el guión por momentos pierde momentos cruciales donde se podría enfatizar más algunos sentimientos, la película hace un buen trabajo para dar un drama de una situación que se ha vivido más de una vez en los hospitales mexicanos. Y también muestra que el amor de una madre, no siempre es del todo bondadoso, gracias a que Fox tiene el papel más complicado debido a que le toca jugar un pequeño papel de villana y es gracias a esto que permite que la película vaya un poco más allá de un simple dramón.

Vale la pena destacar las locaciones de la cinta, especialmente el renovado Museo del Títere, el cual se encuentra en Huamantla, Tlaxcala, y que puede que esta película ayude a que más gente conozcan este grandioso lugar.

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