En esta ocasión comentaremos los cortometrajes de ficción nominados al Ariel 2016, con excepción de Malva de Lucero Sánchez ante la imposibilidad de haberle visto en alguno de los lugares donde se exhibió o poderle ver en plataforma. Las cortometrajes son 3 variaciones de Ofelia de Paulo César Riqué; 24° 51’ Latitud Norte de Carlos Lenin; Esclava de Amat Escalante; La teta de Botero de Humberto Busto y Trémulo de Roberto Fiesco.
3 variaciones de Ofelia / Paulo César Riqué
Ofelia visita un café donde evoca toda su vida… Tres momentos claves de ella que definieron su existencia.
Interpretado por una extraordinaria Margarita Sanz el corto nos enfrenta a la fuerza de los recuerdos, donde un lugar puede evocarles todos y hacernos un repaso sobre nuestra existencia. Todo gira en torno a un incidente al parecer aislado que observa la protagonista, lo que le lleva a reflexionar a cómo llegó al punto se encuentra.
Con un guión inteligente y que te lleva pacientemente a donde quiera, el director logra un emotivo trabajo con pocos recursos. Destaca principalmente la ambientación de la cafetería, logrando hacer del lugar no un decorado sino un personaje más de la historia, que al igual que la protagonista, se ve afectado por el paso del tiempo.
24° 51’ Latitud Norte / Carlos Lenin
Tras once años de ausencia Ernesto regresa al pueblo en el que creció y se reencuentra con sus más íntimos amigos de la infancia. Para divertirse roban una lancha abandonada. Entre anécdotas locales y memorias borrosas del pasado, Ernesto se descubre atado a un sitio y a un pasado que creía haber olvidado.
Carlos Lenin nos presenta el doloroso regresar a nuestro pasado, al reencuentro con las cosas hemos dejado atrás, con las que alguna vez coincidimos y ahora no tenemos empatía. Visualmente muy impactante y con gran guion el trabajo exuda sinceridad y pasión.
Esclava / Amat Escalante
Ana conoce a Sam en la Alameda, la conquista a base de detalles y la convence de irse con él a su pueblo, donde se casan y casi de inmediato él la introduce al mundo de la prostitución. Ella es incapaz de romper ese círculo y cuando por fin lo logra, las autoridades se encargarán de encerrarle en otra cárcel.
Brutal. Amat Escalante hace uno de sus mejores trabajos en un corto de un realismo impactante, lleno de poesía visual y auditiva. La denuncia social no se anda con cortapisas en este trabajo que sin duda es uno de los favoritos de la noche. Escalante demuestra que no hay proyectos chicos sino grandes directores que pueden sobresalir en trabajos lo merecen.
La teta de Botero / Humberto Busto
Kike descubre que puede padecer cáncer, su pareja lo ha abandonado y carece de motivaciones para vivir. El reencuentro con Sofia, una vieja amiga, le abre un mundo de posibilidades donde el rendirse no es opción.
Humberto Busto dirige y protagoniza su segundo cortometraje con una fuerza que logra traspasar la pantalla, revelándose como un director capaz de transmitir emociones y conectar con el espectador. A nivel emotivo el que más me agrada de los nominados.
Patricia Reyes Spíndola demuestra no sólo es una gran actriz sino que su campaña para concientizar sobre el cáncer se ha vuelto una campaña de vida. Verle mostrar en pantalla sus operaciones tras lidiar con la enfermedad hace más que cualquier campaña de salud del gobierno.
Trémulo / Roberto Fiesco
Carlos trabaja en una peluquería, la noche del 15 de septiembre, tras cerrar el lugar, llega un soldado pidiendo un corte de pelo. El encuentro entre los dos les llevará a una noche de pasión y le descubrirá un mundo nuevo.
Tras su paso como productor y debut como director, Roberto Fiesco comienza a destacarse como una de las voces más interesantes en la dirección. Conocedor de lo que puede impactar a las audiencias con este trabajo nos lleva al primer contacto sexual de un chico que descubre la ternura, pasión y dolor que puede encerrar este hecho. Trémulo es quizá el trabajo mejor producido de los nominados, se nota hay una persona que conoce los detalles y lo demuestra en pantalla.