El personaje de “Robin Hood” ha sido llevado a la pantalla grande infinidad de veces, desde las aventuras animadas de Disney pasando por un intento de fidelidad histórica de Ridley Scott, sin olvida el “Everything I do” de la protagonizada por Kevin Costner, por lo que cuando se anuncia una nueva versión, lo primero que se desea es ver que puede ofrecer que nos haga olvida un poco todo lo que conocemos, reto asumido por la nueva cinta de Otto Bathurst y que decide arriesgar todo, provocando las molestias que esto puede ocasionar.
Robin de Loxley, un noble de Nottingham, es enviado al frente de batalla en las cruzadas por el corrupto y cruel Sheriff, lugar donde conoce a un musulmán, Juan, a quien le salva la vida, pero por lo que es enviado de forma deshonrosa a Inglaterra. Al regresar a su hogar descubre que éste ha sido devastado por el sheriff quien lo daba por muerto y su esposa vive con otro hombre, Will Scarlett. Con apoyo de Juan idea un plan para frenar la ambición del sheriff y recuperar sus cosas, así como buscar de nuevo a su pareja.
Lo primero que se debe entender de esta nueva versión de “Robin Hood” es que se ha decidido desviarse de la historia conocemos, y por mucho, lo cual podría ser un desastre si no fuera por la forma inicia la película, una declaración de principios de la misma que le dice al espectador que lo que se verá no es la historia de siempre, que es una nueva historia que les pide olvidar todas las anteriores versiones y todo lo que se sabe del personaje, haciéndose de una carta blanca para crear lo que desean, con cosas recuerdan lo de siempre, con cosas nos quitan lo de siempre.
Otto Bathurst es un director con una buena mano para la acción, no está hecho para el drama, lo que vemos es alguien que logra imprimir emoción a lo que narra, hueca, pero emoción, lo cual se agradece en estos años. La película no logra jamás hacernos sentir vemos la historia clásica de Robin Hood, sino una versión reimaginada para las nuevas generaciones, brindado vertiginosas secuencias de acción, buscando posicionar a la mujer como agente del cambio, con la inclusión de razas… un Hood para millennials pero que no se tira a su drama y que logra entretener.
La película es protagonizada por Taron “Rocketman” Egerton, quien no nos recuerda a su personaje de “Kingsman” y logra sacar adelante a esta nueva versión de Robin, acompañándole como “Juan” tenemos a Jamie Foxx, Tim Minchin es el “Fraile Tuck”, Eve Hewson es la versión moderna de “Marian”, el “Sheriff” es Ben Mendelsohn, el “Cardenal” es F. Murray Abraham y, como no todo puede ser correcto, en el papel de “Will Scarlet” tenemos a Jamie “soy-la-versión-masculina-de-Kristen-Stewart” Dornan, quien sigue mostrando que es incapaz de hacer creíble cualquier personaje interprete, aun cuando sea el de “árbol #3”.
La cinta busca tener un look retrofuturista en el vesturio, sin caer en el exceso de la ultrafallida “El Rey Arturo. La Leyenda de la Espada” (King Arthur: Legend of the Sword) de Ritchie, y sus secuencias de acción por lo menos están bien construidas, las peleas cuerpo a cuerpo son vistosas y el uso del arco por parte del personaje principal es ágil, audaz y vertiginoso (por cierto, la cadencia del disparo de flechas se basa en el que se conoce usaban esos años), además les pido admiren la secuencia homenaje a “La Estafa Maestra” (The Italian Job, Gray 2003).
“Robin Hood” no es la basura algunos se han empeñado en decir es, tampoco es la mejor adaptación del personaje, pero es una película divertida, con momentos espectaculares, eso sí, recuerden el aviso del inicio: Olviden todo lo que creen saber del personaje, esta, esta es otra historia.
Los invitamos a ver el tráiler.
“Robin Hood”
Director: Otto Bathurst
Guión: Ben Chandler / David James Kelly
Con: Taron Egerton, Jamie Foxx, Ben Mendelsohn, Eve Hewson, Tim Minchin, Jamie Dornan
Distribuidor: Corazón Films
Fecha de estreno: 21 noviembre 2018 (Estados Unidos) 30 noviembre 2018 (México)
País: Estados Unidos 2018
Duración: 116 minutos
