Al igual que los productos Lego, Playmobil ha decidido incursionar en el cine con una cinta que combina el live action con la animación para traer una historia de respeto y tolerancia, de amor fraternal, pero, sobre todo, para vender los sets que conforman las colecciones más recientes de la compañía, para que los fans y los niños se enganchen y compren mercancía de forma desmedida, mostrándole hay todo un universo donde puede encajar.
Marla se encuentra entusiasmada con la posibilidad de poder viajar al obtener su pasaporte, pero la repentina muerte de sus padres le obliga a hacerse cargo de su hermano menor. Cuatro años después su hermano en plena rebeldía adolescente escapa de casa y ella se ve forzada a buscarle encontrándole en una exposición de Playmobil, donde un suceso inesperado les transformará en muñecos de la compañía y les llevará a vivir la aventura de sus vidas.
Hay que decirlo claro, la película sólo busca posicionar los juguetes Playmobil y lo hace con una gracia que sorprende, tiene el gran tino de darles lo mejor de cada set y de presentar personajes carismáticos, con chispa, con ingenio.
El mensaje de unidad familiar que la cinta deja si bien es el típico de este tipo de cintas logra llegar a los menores, el de no dejar de luchar por lo que uno quiere y no cerrarse ante la familia, nada extraordinario pero sin duda efectivo.
Quizá el único punto en contra sea el doblaje donde perdemos la oportunidad de escuchar las voces originales como la de Daniel Radcliffe que es doblada por Darío Yazbek Bernal, perdiendo casi toda su fuerza pero bueno, es lo habitual en el cine infantil que llega doblado. Aunque siempre nos quedará esperar llegue a formato casero y disfrutarle como se debe.
“Playmobil, la película” divertirá a los pequeños, es mejor que la segunda parte de “Lego” pero no arriesga y se queda en una zona de confort que se hubiera agradecido transgrediera, ideal para una tarde familiar.
