En 1995 llegaba a las pantallas cinematográficas la cinta “Bad Boys”, dirigida por Micharel Bay y la cual serviría para lanzar la figura de Will Smith como héroe de acción tras el éxito que estaba encontrando en la serie de televisión “El Principe del Rap” (The Fresh Prince of Bel-Air), como compañero se le asignó a Martin Lawrence quien comenzaba a gozar de cierto reconocmiento en pantallas. La química entre ambos incendió la pantalla y la cinta se volvió todo un fenómeno que derivó en la inevitable secuela, la cuál a pesar de ser infinitamente menor tuvo su audiencia cautiva a pesar de que habían pasado 8 años de la anterior. Ahora en 2020 nos llega el cierre de la trilogía, 17 años después, “Bad Boys Para Siempre” (Bad Boys For Life), la cual le otorga a los seguidores de las anteriores lo que quieren ver.
Tras el nacimiento de su nieto, Marcus Burnett decide retirarse, todo se complica cuando la viuda de un narcotraficante alienta a su hijo a eliminar a todos aquellos tuvieron que ver con la captura de éste, atentando contra la vida de Mike Lowrey y dejándole mal herido. Tras recuperarse ambos deciden unir fuerzas una última vez para recordarle al mundo que una vez siendo un chico malo, siempre eres un chico malo.
“Bad Boys Para Siempre” ya no cuenta con la dirección de Michael Bay y se nota, la cinta a pesar de no perder el estilo de las anteriores carece de esa destrucción estúpida y sin sentido para convertirla en una destrucción estúpida pero justificada, siendo los encargados de llevarla a cabo los belgas Adil El Arbi y Bilall Fallah, quienes, en su primer largometraje norteamericano, salen airosos y demostrando que tienen la mano para no sólo entender las cintas de acción hollywoodense sino que pueden aderezarle con una buena dosis de humor a la mexicana. Y es que la cinta es una coproducción Estados Unidos y México.
“Bad Boys Para Siempre” se sostiene en la química de sus protagonistas, un Smith que de nueva cuenta se siente dueño de la pantalla sin sentirse obligado a fingir para convencer y un Lawrence que tras un arranque en frío muestra no ha perdido el toque. Afortunadamente las adiciones a esta franquicia valen la pena, Vanessa Hudgens, Alexander Ludwig y Charles Melton sorprenden por la química entre ellos y la presencia tienen en pantalla. Pero es Paola Nuñez como la jefa de ellos quienes nos impacta, haciendo que su papel sobresalga y nos encante, no como el de la villana interpretada por la nefasta siempre Kate del Castillo, quien al inicio parece no decidirse entre el español a la española o el pocho, una desafortunada y desastrosa elección. También aparece Nicky Jam quien sigue demostrando tiene el carisma de un punto negro en una cartulina negra.
“Bad Boys Para Siempre” aprovecha que tiene que cumplir con su parte de producción mexicana y realiza una serie de interesantes anotaciones sobre lo burdo y absurdo de las telenovelas nacionales, trasladando esas mismas interacciones a la pantalla y creando absurdos que resultan realmente cómicos. Sobre las secuencias de acción la cinta no deja de lados los dos momentos que se han hecho emblemáticos en estas cintas, la toma desde abajo a nuestros protagonistas y el paso de un avión arriba de las letras de Miami, agregando diversas secuencias llenas de adrenalina y que resultan fascinantes para todos los fans del cine de acción.
“Bad Boys Para Siempre” es absurda, esta llena de cliches, es un fan service, es una cinta que no propone nada nuevo en el género, pero que funciona. Funciona tan bien que aquellos odiaron la segunda podrán olvidarle ya sin remordimientos. Y si, sus protagonistas están envejeciendo pero una cosa es segura, son chicos malos eternamente.
Los invitamos a ver el tráiler.
“Bad Boys Para Siempre” (Bad Boys For Life).
Director: Adil El Arbi / Bilall Fallah
Guión: Chris Bremner / Peter Craig / Joe Carnahan
Con: Will Smith, Martin Lawrence, Vanessa Hudgens, Alexander Ludwig, Charles Melton, Paola Núñez, Kate del Castillo, Nicky Jam, Joe Pantoliano
Distribuidor: Sony Pictures
Fecha de estreno: 17 enero 2020
País: Estados Unidos / México 2020
Duración: 124 minutos