“Blanco de Verano” encerrados en la oscuridad

2020

El Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) se destaca por el impulso que le da a sus alumnos para crear obras audiovisuales que trasciendan más allá de un trabajo estudiantil, así su programa de Opera Prima se ha convertido en uno de los más importantes, como es el caso de “Blanco de Verano”, cinta seleccionada en Sundance 2020.

Rodrigo vive con su madre en las periferias de la Ciudad de México, cuando ella inicia una relación amorosa, el adolescente buscará con todo su ingenio el separar a la pareja, aunque eso signifique renunciar a sus sueños y oportunidades.

Rodrigo Ruiz Patterson crea en su Opera Prima un universo que de tan cerrado sus fisuras, por pequeñas, se intensifican y explotan arrasando todo a su paso. En su primer trabajo muestra una gran mano para retratar una anécdota mínima y dotarla de vida, al lograr con pocos recursos el crear un universo tan real que puede asustar por sus implicaciones y posibilidades.

La cinta es protagonizada por  Adrián Rossi, quien da vida a un  adolescente que no le importa nada con tal de salirse con la suya, como la madre esta Sophie Alexander-Katz, brutal, reina de la pantalla a cada momento, y como el intruso Fabián Corres.

Blanco de Verano” es una cinta sobre el proceso de crecer, del paso de la adolescencia a la madurez, es también un retrato sobre el amor enfermizo que puede desarrollarse entre madres e hijos cuando estos se quedan solos y deben vivir su crecimiento apoyándose uno al otro, el tema del incesto, del complejo de Edipo no queda al margen en esta cinta, siendo claves dos secuencias del inicio, el baño compartido para lavarse los dientes y, sobre todo, ese baile comparten lleno de una sensualidad palpable.

La relación entre la nueva pareja y el hijo ocupa una parte central en el relato, vemos la lucha entre ambos aunque con distintos motivos, uno busca que la madre siga siendo su exclusividad, el otro busca la forma de ampliar esa relación familiar, la paciencia de uno choca con la rebeldia del otro, mientras uno comienza a romper el cerrado círculo, el otro encuentra en un deshuesadero un espacio claustrofóbico que adopta como hogar para no perderlo.

La fotografía de la película también juega un papel importante, la casa es pequeña, asfixiante y al inicio el uso de una textura como de fotografía vieja, de esas polaroid de los 80s donde los colores se llegaban a virar a sepia, mostrando lo rancio y cerrado de la relación madre e hijo, conforme la nueva persona va entrando la luz comienza a llenar todo, hasta que de golpe esa luz se ve opacada por el fuego exterior que consume sueños y realidades.

Blanco de Verano” es un trabajo que nos adentra a los círculos viciosos que nos hunden y encierran, que no nos dejan liberar, que nos atrapan y atan. Que nos hacen perder la luz por no poder ver más allá de nuestro entorno.

Blanco de Verano

Director: Rodrigo Ruiz Patterson

Guión: Raúl Sebastian Quintanilla / Rodrigo Ruiz Patterson

Con: Sophie Alexander-Katz, Fabián Corres, Adrian Ross Magenty

Fotografía: María Sarasvati Herrera

Compañía Productora: Centro de Capacitación Cinematográfica, A.C., FOPROCINE-IMCINE

Distribuidor: TBA

Fecha de estreno: TBA

País: México 2020

Duración: 85 minutos

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