El universo de la familia Warren llega a la tercera entrega de la saga de “El Conjuro”, la cual se aleja de la fórmula de las dos cintas anteriores para entregar un producto que podría haber sido extraordinario si no fuera por un guión chapucero, una dirección mediocre y, quizá la traición más grande a este tipo de cintas, una clara muestra de repudio al género.
Ed y Lorraine Warren documentan el exorcismo de David Glatzel, un niño de 8 años, al que asisten su familia, su hermana Debbie y el novio de ésta, Arne Johnson, durante el trabajo, Arne invita al demonio a entrar en su cuerpo en lugar del de David, siendo Ed él único se percata pero se ve imposibilitado de hacer algo al sufrir un infarto. Al día siguiente Arne asesina a su casero. Para defenderlo durante el juicio los Warren sugieren se use la posesión demoniaca como argumento de defensa mientras buscan pruebas que puedan sustentar legalmente la situación.
“El Conjuro 3: El Diablo me obligó a hacerlo” (The Conjuring: The Devil Made Me Do It) muestra desde su título el sabotaje al que se someterá la cinta al utilizar una frase que suena más propia a una comedia absurda que a una película de terror que se enorgullezca de serlo. Dirigida por el ultramediocre Michael Chaves, quien ya había dirigido “La Maldición de La Llorona” (The Curse of La Llorona) para este universo fílmico con resultados pésimos, y que con su elección para esta ocasión nos demuestra el escaso interés de los productores en entregar un trabajo aceptable y si irse por lo más barato posible. Chaves es incapaz no sólo de crear una atmósfera de terror, sino que fracasa miserablemente en su intentona de jugar al cine policiaco.
Lo más destacable de la cinta son las interpretaciones brindadas por Vera Farmiga y Patrick Wilson, quienes muestran que tienen más que controlados a sus personajes y que tienen una química infernal en pantalla. Verlos juntos es un placer, aunque la película sea tan mala. En el papel del poseído Ruairi O'Connor se pasea por la cinta sin hallar una motivación a lo que hace y en el papel de su novia, Sarah Catherine Hook nos hace desear verle en mejores cintas.
“El Conjuro 3: El Diablo me obligó a hacerlo” es una película que se horroriza de su género y busca disfrazarse de otro, el cuál le queda grande y nos hace añorar retirarnos para ver un episodio de “La Ley y El Orden” (Law and Order) o quizá hasta una cinta como “Scary Movie” que se toma más en serio. Una cinta que dentro del universo de “El Conjuro” destacará como la peor de la trilogía y que dentro de las cintas de casos de los Warren llegará a ser recordada como uno de los puntos más bajos como “La Monja” o “La Llorona”. Recomendaba sólo si crees que las últimas mencionadas son cine de terror de altos vuelos o si quieres decepcionarte totalmente.
Loa invitamos a ver el tráiler (mucho mejor logrado que la película sin dudas).
“El Conjuro 3: El Diablo me obligó a hacerlo” (The Conjuring: The Devil Made Me Do It)
Director: Michael Chaves
Guión: David Leslie Johnson-McGoldrick
Con: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Ruairi O'Connor, Sarah Catherine Hook
Distribuidor: Warner Bros.
Fecha de estreno: 26 mayo 2021 (Reino Unido) 04 junio 2021 (México)
País: Estados Unidos
Duración: 112 minutos