“90 Días Para el 2 de Julio” o cuando las apariencias buscan ser el todo

2021

 

El cine independiente es una apuesta de doble riesgo, no sólo quienes lo realizan ponen a prueba sus propuestas sino se enfrentan a producciones austeras donde a falta de dinero se suple con otras cosas, muchas veces surgen así obras que sorprenden, otras crean productos que muestran limitaciones que pueden alejar al espectador de estos trabajos, “90 Días Para el 2 de Julio” es de estas últimas.

Ante el ascenso en campaña de Andrés, quien busca la gubernatura del lugar, Luis, su pareja, deberá permanecer enclaustrado en una casa donde nadie pueda verlo para no afectar la imagen del candidato, quien forma parte de un partido conservador.

Opera Prima de Rafael Martínez-García, “90 Días Para el 2 de Julio” es un trabajo que busca explorar la dificultad de ser libre en una sociedad que aún cuestiona la sexualidad de sus habitantes, es una cinta que desea poner el dedo en la llaga de la imposibilidad de ser quien se es ante las presiones sociales, es una cinta que intenta mostrar como el amor puede ser desechado por un lado sin importar si lastima al otro. Desafortunadamente, un guión demasiado esquemático, una dirección poco inspirada y actuaciones acartonadas y poco creíbles, impiden que el trabajo avance a buen puerto, convirtiéndose en una sucesión de viñetas que parecen hechas para alargar una trama de forma innecesaria. El sentido de guardar apariencias, negando los hechos, solo para agradar a un sector es algo que a pesar de querar estar en realidad nunca logra consolidar su presencia en la cinta.

La cinta es protagonizada por Armando Espitia quien se encuentra años luz de lo que hizo en “Te Llevo Conmigo”, donde también interpretaba un personaje homosexual, en esta ocasión se siente artificial y poco realista, aun así, logra un personaje más interesante que Danae Reynaud, quien a pesar de que le permiten hacer lo que quiera en escena, su participación se siente innecesaria y hasta fastidiosa, sin contar que la escena donde canta carece de todo sentido dentro de la trama, sólo puesta para lucimiento de ella sin mayor motivación. En breves apariciones están Luis Arrieta y Martha Claudia Moreno.

Rafael Martínez-García venía desarrollando una serie de cortometrajes que habían captado la atención de los cinéfilos, como “El Amor Dura Tres Meses” o el hilarante “Video Vega” (quizá su mejor trabajo a la fecha donde el tono desfachatado y satírico nos hace pensar en que es el estilo donde se siente más cómodo) pero en esta ocasión el tono teatral de la puesta no logra hacerle sentir como un trabajo cinematográfico sino como un ejercicio que se alarga eternamente. 

90 Días Para el 2 de Julio”, si bien inspirada en un hecho real ocurrido en Baja California, donde el candidato panista Rubén Alanis Quintero fue exhibido en una conversación amorosa con un menor de edad, no logra crear el debate en el tema, no logra traspasar su teatral propuesta, no logra que sus actores se sientan naturales. Esperamos que los futuros trabajos del realizador y guionista lleguen a mejores puertos, solo afinando su propuesta y encontrando su propia voz en este mar que es el cine mexicano.

La película formó parte del Festival Internacional de Cine de Morelia, donde compitió en la Sección Michoacana de Largometraje Ficción.

Los invitamos a ver el trailer.

90 Días Para el 2 de Julio

Director: Rafael Martínez García

Guión: Rafael Martínez García

Con: Armando Espitia, Luis Arrieta, Danae Reynaud, Greta Cervantes, Martha Claudia Moreno

 

País: México 2021

Duración: 87 minutos

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