Mauricio Fernández Garza es una figura polémica pero hijo de su tiempo, el documental El Alcalde muestra el pensamiento de uno de los panistas más legendarios del empresariado mexicano, y el resultado es controvertido pero interesante y se ha presentado en el marco del 10 Festival Internacional de Cine de Morelia.
El documental, producido por Carlos F. Rossini, Emiliano Altuna y Diego Enrique Osorno, es una producción de Bambú Audiovisual, patrocinado por Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), mediante una beca obtenida del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE), mediante concurso.
La historia de Mauricio Fernández es la de un polémico alcalde que se presenta como alguien que toma la justicia en mano propia en aras de preservar la paz en el municipio más rico de América Latina. El Alcalde analiza la compleja trama que se teje entre el ejercicio del poder y la política actual, inmersa en una etapa plagada de violencia, fuertes intereses económicos y un contundente desprestigio de la clase política.
“Es una invitación muy grande a romper los prejuicios que uno tiene, o por lo menos a sacar ese inconsciente colectivo que se ha vivido con el poder de esta manera; donde se ha permitido que sucedan muchas cosas sin ni siquiera entender por qué lo estamos viviendo”, asegura Carlos F. Rossini, uno de los tres realizadores de la película.
El momento de recurrir a este personaje surge a través de las declaraciones tan polémicas que se han realizado a los poderes tanto estatales como federales en la lucha contra el narcotráfico. “El día en que asume el cargo y anuncia la muerte del negro Saldaña, nos llama muchísimo la atención, además de ser un municipio que probablemente sea el más rico de América Latina, está anunciando una muerte que nadie descubrió hasta después de cinco horas. Inmediatamente causó mucho revuelo nacional e internacional, y fue entonces que empezamos a seguirle la pista”, añade Carlos.
Cuando se obtuvo el acercamiento directamente con Mauricio Fernández, se le comentó el giro que perseguía la película, y se le hizo patente que ellos como realizadores, a pesar de no estar de acuerdo con sus ideas políticas, buscaban un diálogo equilibrado sin concesiones. Esta situación les permitió salirse de su zona de confort; comenzaron a indagar y debatir con un personaje con el cual, no forzosamente compartían ideas, y con el que no se sentían identificados, pero era necesario desprenderse de sus propios prejuicios.
Ante las críticas que han recibido sobre colocar a este hombre en una postura heroica, ellos están seguros de que la cinta, lejos de buscar fanáticos o seguidores, propone que este trabajo logre ayudar a cuestionar lo que sucede, y repensar por qué cada día se unen más personas al crimen organizado.
“De alguna manera la desigualdad, pobreza e impunidad de México provoca que la gente decida enrolarse en las filas del crimen organizado y esta guerra del narcotráfico, así los 250 mil muertos son quizás un síntoma de esa impunidad y desigualdad del país. Asimismo, creemos que políticos como Mauricio Fernández de alguna manera también son un síntoma de lo que el país está generando y lo que está pidiendo”, añade Emiliano Altuna, uno más de los creadores.