Hace un par de años había jurado no volver a comprar un cómic de MARVEL mientras Joe Quesada estuviera al mando, ya que con sus caprichos de revelar la identidad de Spider-Man en Civil War y las burradas que fueron One More Day y One Minute in Time (formando intencionalmente el acróstico OMIT, que en español significa omitir) logró que perdiera el interés en mi superhéroe favorito de La Casa de las Ideas.
Después, gracias al gran mecanismo mercadológico de MARVEL y a mi gen de Fanboy, no pude resistir la tentación de adquirir el número 648 de The Amazing Spider-Man por el simple interés de que Humberto Ramos iba a estar autografíandolos en persona; aunque debo admitir que a pesar de la mancuerna compuesta por Dan Slott y Humberto Ramos, no llamó del todo mi atención, quizás por los 4 años de historias perdidas (además de los “ajustes” Quesadianos), y no fue sino hasta el “endemoniado” número 666 que me sentí atraído nuevamente por las aventuras del cabeza de red.
Ese dichoso número 666 marcaba el inicio del siguiente crossover de MARVEL: Spider-Island. La portada, si bien tenía colores bastante opacos como para sobresalir de los demás cómics en las repisas de la tienda, tuvo algo que me llamó a hojearlo unos instantes… suficientes para atraparme.
La premisa es bastante sencilla, The Jackal, uno de los viejos enemigos de Spider-Man crea unos bichos (ácaros o chinches, como prefieran llamarlos) que transmiten los poderes de Peter Parker a quien muerdan, y suelta esos dichosos bichitos en todo Manhattan, dando como resultado una isla plagada de Seres-Araña, y no nada más los habitantes promedio de Manhattan, sino también algunos cuantos super-villanos, así que tienen que intervenir varios Superhéroes marvelitas para impedir que Nueva York se vuelva una mayor catástrofe.
En esta historia veremos a un Peter Parker dispuesto a todo, salvando el día, enfrentando a supervillanos con sus mismos poderes, compartiendo hazañas con su actual novia y con su exnovia por igual y haciendo uso de su grandioso ingenio (que presumo debe estar a la altura del de Richards y Stark, aunque eso ya es adentrarme en una plática más geek), pero sobre todo, recibiendo una impresionante recompensa, como nunca en la historia de The Amazing Spiderman.
De una manera bastante rara, la historia funciona muy bien, logra crear esa atmósfera que hace varias sagas no tenía este título; siendo Slott un gran conocedor de las historias de The Amazing Spider-Man desde los años en que todavía lo escribía Stan Lee, logra al mismo tiempo introducir a la perfección a personajes olvidados como Shang-Chi, remendar acontecimientos mal recibidos por los lectores, como la anulación del Sentido Arácnido de Spider-Man y contar una historia redonda, de mucha acción y humor.
El dibujo de Humberto Ramos ha llegado a un nivel impresionante, desde las viñetas más simples hasta las páginas dobles con muchos personajes (cameos inlcuídos, como los de “Lobo” Cuevas o Francisco Herrera y Karla Cervantes), además los colores digitales de Edgar Delgado y las tintas de Carlos Cuevas generan todo un agasajo para la vista; es un hecho que le ha rendido frutos a Ramos llevar a su equipo a todo título al que se le invita a colaborar, una característica que le admiro bastante ya que no es nada más aplicar el amiguismo o compadrazgo, y cada integrante de su equipo demuestra por qué Humberto Ramos elige trabajar con ellos.
Esperemos que MARVEL siga tomando esas buenas decisiones y que Joe Quesada se limite a dar vistos buenos nada más y deje correr las historias para que no vuelva a suceder un incidente como el de Straczynski, quien a pesar de haber escrito One More Day, no estaba de acuerdo con la idea de Quesada de que Parker hiciera el pacto con Mephisto.
Ya lo saben, no se queden sin leer Spider-Island, ya sea en su formato TPB (próximo a llegar en tiendas de cómics) o esperar a que llegue a Marvel México dentro de muy poco tiempo, tal vez en coincidencia con la película estelarizada por Andrew Garfield y Emma Stone: The Amazing Spiderman, en julio de 2012.
Sketch de Humberto Ramos en el Amazing Spider-Man 648, un motivo más para volver a Spider-Man.
