En los últimos años se han abierto más espacios para la creación de nuevos Festivales de Cine, algunos continúan su camino como el de Puebla, sin embargo como es de esperarse muchos de ellos desaparecen después del primer intento por todo lo que implica echarles a andar. Y ante todas las trabas y problemas que tenga que resolver se ha creado un nuevo festival para presentar un nuevo espacio de proyección para cintas nacionales e internacionales.
El centro de la capital mexiquense, Toluca, y sus alrededores han sido escogidos para albergar por una semana al recién creado Festival Internacional de Cine del Centro Histórico de Toluca que pretende alzarse como un sede más para la exhibición de nuevos proyectos y un pilar para el apoyo de la distribución de cintas cinematográficas, así como un lugar para la discusión de temas de interés en el ámbito cinematográfico.
FICCH Toluca inició con ánimo y para su gala inaugural la gente respondió de maravilla al llenar en su totalidad el Teatro Morelos, además de contar con personalidades como Everardo Gout, director de Días de Gracia; Roberto Sosa, actor principal en El Fantástico mundo de Juan Orol; así como su director, Sebastián del Amo; Vanessa Bauche, quien presentó la película inaugural, Un Año Perdido; y Adriana Barraza, quien fungió como madrina del evento.
Todo festival tiene sus altibajos y tropiezos, y muchos más cuando se trata de una primera edición, así como se les debe reconocer el esfuerzo de cada uno de los involucrados, la capacidad de convocatoria al lograr que los directores y actores lo tomen en serio y lleven sus películas a competir y a recorrer ellos la alfombra roja, también debemos mencionar momentos bochornosos.
La inauguración fue terrible, muestra más que de la desorganización que de la falta de experiencia del equipo. Pagaron la novatada y afortunadamente no les fue mal, la gente de Toluca no es el monstruo de otros lugares y hasta en el intento de portazo se comportaron como personas civilizadas. La alfombra roja fue caótica, la gente y las personalidades invitadas pasaban por ella, con lo que se provocó molestia entre los asistentes, los organizadores estaban un poco perdidos en la materia de sus actividades. El evento arrancó con una hora de retraso, eso sí, los invitados siempre estuvieron listos para la prensa y dar entrevistas y autografos a los asistentes.
La inauguración fue un intento de querer hacer algo diferente pero que no les funcionó, con un performance de tres mimos, uno imitando a Chaplin, que se alargó demasiado, la inauguración se volvió tediosa hasta que por fin los presentadores salieron y las formalidades propias de cualquier festival se dieron lugar. Después de la presentación del Director del Festival y Adriana Barraza, se le cedió la palabra a la representante del gobierno de Toluca quien no se fue sin su dosis de abucheos las dos veces que se le permitió hablar.
Los más rescatable de la noche fue la presentación de Vanessa Bauche y el director de Un año perdido, quienes con un ángel maravilloso iluminaron un escenario pobremente iluminado y adornado para por fin cerrar el primer día de un nuevo festival de cine en México. Esperamos que en futuras ediciones se subsanen las cosas y se consoliden como un Festival importante para todos aquellos que viven en el Estado de México y, por supuesto, consiguiendo la atención de toda la república.
