El personaje de Alex Cross es ampliamente conocido por el público cinéfilo por el retrato que ha hecho del mismo el actor Morgan Freeman en las cintas Besos que matan (Kiss the Girls Gary Fleder 1997) and Along Came a Spider (Lee Tamahori 2001). En esta ocasión el personaje es interpretado por Tyler Perry, quien luce todos los ticks de su personaje Medea y jamás logra conectar con la audiencia o darle credibilidad a su actuación.
Basada en la novela Cross de James Peterson la cinta narra cómo Alex Cross se involucra contra un asesino a sueldo que mata a su esposa y a un miembro de su equipo antes de que pueda enfrentarle. La idea de darle un nuevo comienzo al personaje no es mala, lo malo es el ¿actor? elegido para hacerlo y la pésima dirección de Rob Cohen quien logra tocar fondo en esta ocasión.