Luc Besson siempre será reconocido por ser un director y guionista que nos ha dado grandes cintas. Como director podemos recordar la “La Femme Nikita” (1990), “El perfecto asesino” (“Léon: The Professional”, 1994), “El Quinto Elemento” (“The Fifth Element”, 1997). Y, como solo guionista nos dio la primera entrega de “Búsqueda Implacable” (“Taken”, 2008) con el imparable de Liam Neeson, las cuales poco a poco fueron tomando un tono mucho más exagerado que la primera entrega.
Pero, a su vez, también ha tenido sus altibajos con cintas que tienen una buena premisa, aunque no logran un buen balance entre acción, historia y dirección como lo son “Lucy” (2014) y la muy desafortunada “Valerian y la ciudad de los mil planetas” (“Valerian and the City of a Thousand Planets”, 2007); en la que tenemos a dos actores muy poco carismáticos y, sobre todo, que muestran cero química entre ellos. Aunque el diseño es interesante (y hace reminiscencia de sus otras películas), Valerian ha sido uno de sus grandes errores como creador. En general, Besson es un director que ya dejo su marca en la historia con grandes cintas, aunque siga haciendo cintas tan poco afortunadas y donde lamentablemente podemos catalogar a Anna como una de esas.