Estaba un día el Santos rascándose sus destos cuando a alguien se le ocurrió llevar a la pantalla grande sus aventuras, conocidas por miles de lectores a través de La Jornada e inmortalizadas por los talentosos Jis y Trino. Anima Estudios, a través de su sello Atomo Films, fue la encargada de animar a este personaje y, afortunadamente, el resultado es sorprendente, alejado de lo fallido de Don Gato y su pandilla (2011) y de la serie de televisión de El Chavo del Ocho, logrando, por fin, encontrar una voz y vida propia para el personaje y lo que lo rodea.
La historia es en realidad nada, un pretexto para mostrar lo mejor (que siempre resulta en lo peor) que tiene el Santos, acompañado del infatigable Cabo, sus eternas luchas con El Peyote Asesino y, por supuesto, su obsesión con La Tetona Mendoza, la cual no puede ser menos que hipersexual y hambrienta de poder y dominio en la cinta.