Antes del catastrófico desastre de Las paredes hablan, Antonio Zavala Kugler filmó Deseo, una cinta que muestra a todos sus personajes en situaciones donde el deseo sexual es la motivación y es el centro de todo.
Con un grupo de actores de todos los sabores y niveles actorales, Deseo es un filme desigual, con una visión particularmente masculina, un falso discurso a favor del condón y donde la fantasía sexual de toda mujer, según la cinta, parece ser el querer ser violada.
Sin tener una historia principal más que la motivación de los deseos carnales de los personajes, la cinta se queda en un compendio de cortometrajes, la mayoría poco convincentes y con actuaciones que dejan mucho que desear. Sin embargo, la historia de Edith González que se entronca con la de Paulina Gaitán es simplemente maravillosa, creíble y con personajes empáticos.
Con una de las mejores actuaciones dentro de la película, Edith González da vida a una exitosa actriz de telenovelas y quien tiene el gusto de buscar jovencitas impresionables para traerlas como si fuera un nuevo chihuahua, vestirlas, limpiarlas, adornarlas y cuando la diversión termina, botarlas como cualquier par de zapatos viejos.
Paola Núñez intenta ser la jovencita elegida para la diversión de la gran actriz, sin embargo no logra dar el ancho para un personaje que requería la inocencia y la sensualidad de una joven que buscar descubrir nuevos mundos y que a su vez no sabe exactamente a lo que se tendrá que enfrentar.
Pero como sorpresa tenemos la interacción de Edith González con Paulina Gaitán, una combinación que hace inolvidable esta parte de la cinta y muestra a dos personajes reales, cada uno con sus deseos más allá de los sexuales, con ilusiones y un final feliz para una, gracias al sacrificio de la otra.
A pesar de tener una historia creíble, Deseo tiene varios topes y uno de ellos el más molesto al tener, intencional o no, un discurso a favor de la violación y el no usar condón.
Dos de los personajes, Paola Núñez y Leonor Varela, son violadas por sus compañeros masculinos y ambas disfrutan la violación terminando en orgasmo. Dando a entender que la fantasía sexual de la mujer es el sufrir una violación, al fin y al cabo la van a disfrutar.
La película está patrocinada por Sico, la reconocida marca de condones, y se tomaron el tiempo de mostrar los condones en la película con la intención de usarlos, sin embargo la escena entre Ari Borovoy y Leonor Varela que muy sutil podría apoyar el discurso de sexo seguro, lo tira a la basura cuando Borovoy decide no usar el condón y Varela parece tampoco importarle.
Cabe mencionar que en cuestión técnica, la película está bastante bien, cuenta con una fotografía claramente superior a Las paredes hablan, aunque la música puede parecer exagerada y pretensiosa. Sin embargo, la dirección no logra mantener un mismo nivel y la participación de Christian Bach es terrible.
Deseo no lograr una cohesión de historias y es obvia la visión masculina del sexo haciendo por momentos que la película sea la fantasía masturbatoria de la mayoría de los hombres, más no de la mayoría de las mujeres.
Dir. Antonio Zavala Kugler
Duración: 97 minutos
México, 13 de septiembre de 2013