La noche del 12 de febrero la ciudad de México fue testigo del que se ha anunciado como el último concierto del cantautor español Joaquín Sabina, como parte de la gira “Hola y Adiós”, día especial que además llegaba con el perfecto pretexto de celebrar los 76 años del cantante, una noche que desde su anuncio se presentía especial y que en los hechos no sólo lo confirmó sino que se volvió mágica y entrañable.
Desde antes del concierto la gente que iba llegando al Auditorio Nacional llegaba con el ánimo de aquellos saben viene una despedida anunciada, un adiós a alguien a quien muchos han seguido por años y que, ahora, llegaba el momento de despedir como se despide a los grandes, con una fiesta donde no faltarían las risas, la camarería y, sobre todo, el llanto.