Victoria & Abdul cuenta la historia de la reina Victoria quien en 1887 conoce a Abdul Karim, un sirviente que trajeron de India durante el Jubileo de Oro de la Reina. Al conocer a Karim, la reina Victoria decidió que él debería de quedarse y, poco a poco, la relación entre la reina y Karim se volvió mucho más estrecha, hasta el punto de que los miembros de la corte buscaron la manera de destruir la relación inusual de la reina y un sirviente.
Dirigida por Stephen Fears y con la escritura de Lee Hall, escritor de Billy Elliot y Caballo de Guerra, Victoria & Abdul es un dramedy (un drama con toques de comedia) el cual se basa en la historia real de estos dos personajes en un mundo donde la realeza y los sirvientes eran dos mundos que nunca se podrían mezclar. Sin embargo, la reina rompe todos los códigos para hacer de Karim un asesor personal, su maestro y guía espiritual.
La película tiene sus momentos tiernos y cómicos, cuenta con la grande Judi Dench y un carismático Ali Fazal, mas no logra mantener un ritmo regular y, por momentos, se vuelve un tanto soporífera, a pesar de contar con diversos momentos cómicos. La parte dramática de la cinta se vuelve demasiado pesada, la narrativa que se utiliza en la cinta hace que la historia se alargue demasiado, tal vez con el sentido de ser fiel, lo más que se puede, a la historia real.
Por parte de las actuaciones, tenemos a Judi Dench en un papel que le queda a la perfección y la química que tiene con Ali Fazal hace que los momentos juntos sean lo mejor de la cinta. La historia nos presenta una relación controversial entre dos personas separadas por cuestiones sociales, pero que conectaron sin importar las imposiciones sociales del tiempo. La relación nos presenta que no todo se relaciona con el sexo o el amor carnal, la relación entre la reina y Karim es más cercana a la relación de una madre e hijo, de alguien completamente leal que sin dudar daría su vida.
La película es una pequeña ventana de lo que representa la soledad del poder, del aislamiento al que se somete a la reina por su estatus social y la necesidad de un verdadero contacto humano que no esté ligado por las convenciones sociales.