Tadeo, el explorador perdido sufre de lo mismo que se presume en el título, resulta un guión perdido en referencias a diversas películas dando como resultado una trama ya vista que ha sido mejor presentada en otras películas infantiles y para adultos.
La obsesión por tesoros perdidos ha sido tema de muchas películas, libros y delirios de conquistadores ficcionados y reales. En Tadeo volvemos al mítico lugar donde el Imperio Inca escondió sus riquezas de los conquistadores y que desde entonces se ha buscado por muchos en la realidad y en la ficción. Una vez más se nos presenta este lugar mítico como la obsesión y fuente de la avaricia y maldad de muchos, añadiendo en esta ocasión, la búsqueda de la inmortalidad.
Tadeo Jones es un niño que después de quedar huérfano se va a vivir con su abuela y en su tiempo libre utiliza el patio trasero como campo de excavación en su búsqueda de algún tesoro. Hasta que un día, Tadeo encuentra un gemelo que pertenecía a su padre y que según le cuenta la abuela, creía que le daba buena suerte. Sin embargo, la suerte no le sonríe a Tadeo y de un niño con un sueño, crece para ser un adulto soñando ser un arqueólogo cuando simplemente es un trabajador en una construcción. Pero no todo está perdido, cuando visita al Profesor Humbert para enseñarle su último descubrimiento, se embarca en algo que hará que todo lo que siempre ha deseado se convierta en realidad, aunque no precisamente de la manera más sencilla.
Tadeo, el explorador perdido nos presenta a un protagonista que lejos de ser exitoso o un modelo a seguir es un adulto obsesionado por un sueño que lo lleva a quedarse sin trabajo más de una vez. Sin embargo, es su obsesión, perseverancia y un poco de suerte que hacen que deje de soñar despierto a realmente realizar lo que siempre ha querido. A pesar de todo esto, el personaje no logra sobresalir y sólo recuerda a un Indiana Jones deslavado y sin gracia.
Así como a los mexicanos se nos ha retratado incontables veces con el sombrero y el zarape o como indios (en su tono más despectivo) para intentar parecer divertidos, tenemos algo parecido pero ahora con un peruano. En un intento de ser divertido se muestra un peruano que carga con una cantidad de baratijas, a la Mary Poppins pero en su abrigo, y cada vez que tenga la oportunidad intentará buscar vender algo para sacar provecho, mintiendo sobre su necesidad económica mostrando falsas imágenes de él y su supuesta familia.
Se entiende el intento de crear un personaje divertido que utiliza cualquier medio para salir adelante y que sobre toda ayude a la trama a seguir adelante, sin embargo en la pantalla no logra ir más allá de sentirse como un burdo intento que no sobrepasa los estereotipos.
Así como su referencia más cercana (de hace 13 años) El Camino hacia El Dorado (Dreamworks, 2000) donde los personajes no son niños, en Tadeo no tenemos ningún personaje infantil, más allá de algunas actitudes de ciertos personajes que resultan predecibles y sin chiste. Para su mala suerte, Tadeo no logra distinguirse lo suficiente de El Camino hacia El Dorado y en lugar de tomar vida propia se siente como un copia que intenta revivir el tema después de trece años.
Tadeo, el explorador perdido se queda en un intento poco agraciado para aquellos que han visto películas que hagan referencia al tema. Lamentablemente, sus personajes y la trama no cuenta con una pizca de originalidad ni nada que la haga única, pero que posiblemente a los pequeños (que aún no tienen mayor referencia sobre películas que traten el mismo tema) puede que les agrade, a pesar de que como un todo la película no entrega nada nuevo en trama, personajes o animación.
Un punto que sí hay que resaltar es el cuidado que se puso para que las locaciones que se presentan en pantalla sean un retrato fiel de la realidad. El Aeropuerto de Perú, Machu Picchu y Cuzco. Quitando el hecho de que ponen un puesto de hamburguesas en la mitad de la plaza de Cuzco, el cuidado que se puso para retratar los lugares se les reconoce.
En cuestión de doblaje tenemos como peculiaridad la voz de Belinda para el personaje de Sara, la sexy, inteligente e ingenua arqueóloga. A pesar de que últimamente el doblaje en películas animadas no ha sido el mejor, la voz de Belinda no es del todo mala. Por momentos logra darle verdadera voz al personaje pero en su mayoría le falta un mejor uso de entonación y encontrar los momentos en donde dramatizar y donde no exagerar, aún así es mejor que doblajes como en Ralph, El Demoledor. Las voces del resto de los personaje no resalta ni en lo bueno ni en lo malo.
En conclusión, Tadeo, el explorador perdido presenta un personaje que inicia como un “perdedor” que logra cambiar su suerte por su buen corazón, en donde los malos reciben su merecido por dejarse llevar por la avaricia y la búsqueda de lo imposible, pero que para todos aquellos con la referencias mínimas de otras películas, no encontrarán en ésta nada nuevo ni llamativo.
Tadeo, el explorador perdido (Las aventuras de Tadeo Jones)
Director: Enrique Gato
Guión: Javier López Barreira, Jordi Gasull, Gorka Magallón, Ignacio del Moral y Neil Landau
Duración: 92 minutos
Fecha de estreno: 01 de febrero de 2013
País: España