Una de las actividades más importantes dentro del Festival Internacional de Cine de Morelia es la exhibición dentro de las secciones de competencia de cortometrajes mexicanos, los cuales siempre sorprenden por su calidad y diversidad de temas, además de presentar un mosaico de los diversos trabajos que se realizan dentro de la República Mexicana. En esta ocasión haremos una serie de comentarios sobre algunos de los trabajos que se presentaron en su 16ª edición, así mismo un par de entrevistas, una con Ángeles Cruz y Noé Hernández, directora y protagonista de “Arcángeles”, así como con la productora de “Satán”, Laura García.
“Los Tiempos de Héctor” (Ariel Gutierrez)
Un hombre se dedica a asistir suicidios, cuando conoce a una mujer que busca sus servicios, el encuentro cambia sus vidas.
Una de las cartas fuertes del Centro de Capacitación Cinematográfica éste 2018, invitado al Festival Internacional de Cine de Cannes. El cortometraje tiene un tema muy interesante, aunque la realización sea opaca, lo que lleva a que no se pueda conectar del todo con él, sintiéndose inconcluso, con un tema que pudo explotarse aún más.
“Acapulco Corazón” (Anaïs Pareto Onghena)
Un par de amigos matan los días pasando el tiempo juntos, sin complicaciones, hasta que uno de ellos desaparece víctima de la violencia en el país.
Crudo, un cortometraje que con una simpleza brutal nos muestra el dolor y caos que reina en algunas regiones del país, un trabajo estrujante y que lleva a la reflexión. En lo personal me parece superior en todo a su primer largometraje, el insufrible “Sinvivir”.
“Arcángel” (Ángelez Cruz)
Un hombre llega a las oficinas del Estado para pedir que acojan en su casa hogar a su madre, una anciana que no puede valerse por sí misma, sólo para encontrarse con la cerrazón burocrática y la falta de sensibilidad de los servidores públicos.
Uno de los mejores cortos exhibidos en el FICM 2018, un trabajo llevado con una sensibilidad exquisita por su directora y que jamás cae en el chantaje emocional, a pesar de mostrar una realidad brutal y sin esperanzas. Noé Hernández nos brinda uno de sus mejores trabajos actorales como el hijo que debe desprenderse de su madre a pesar del amor le tiene.
“B-167-980-098” (Santiago Arriaga / Mariana Arriaga)
Dos estudiantes son asesinados por sicarios, quienes dejan abandonada el arma, un AR-15, con la que cometieron el crimen, cuyo número de serie da título al corto. A partir del levantamiento de los cuerpos retrocedemos en el tiempo siguiendo la forma en que el arma llega a México.
Si bien interesante en su idea, la realización no lo es, siendo aburrido y poco interesante, de nada sirve que el guión lo firme Guillermo Arriaga si no hay pericia para hacer llamativo lo que se narra.
“La Bruja del Fósforo Paseante” (Sofia Carrillo)
En la víspera de la boda de su hija, una mujer decide usar todo lo que tiene a su alcance para impedir el festejo, para su mala suerte, su futura nuera no es quien ella cree.
En lo personal el trabajo que más me agrado de los exhibidos, su directora nos presenta un mundo oscuro, tortuoso, que rinde lo mismo homenajes a Carl Dreyer que al cine mexicano de los años 30sm que al cine de terror en sus inicios. Tétrico, inquietante, oscuro… espero que pronto ella decida hacer un largometraje de terror, sin duda podría ser el mejor de la historia nacional.
“El Último Romántico” (Natalia García Agraz)
Un empleado en un salón de bolos se rebela ante la forma en que es tratado por sus compañeros, y todo por impresionar a una chica.
Interesante, pero con más bajos que altos, los momentos en que se recrea la atmósfera del cine de la época de oro mexicana son lo más sobresalientes de un corto que se queda en la orilla de lo que desea provocar.
“Donde Nace el Agua” (Luciana Herrera Caso)
Una madre tiene que salir adelante con la enfermedad de su hija, cuando ella llega a su límite, toma una decisión que cambia sus vidas para siempre.
Hermosos, una sorpresa por su belleza visual, la secuencia final se queda en la mente por mucho tiempo.
“El Sueño de Perfecto” (André Leshé)
Un hombre trata de llegar al funeral de un amigo, pero las cosas comienzan a tomar un cariz raro y sobrenatural,
Una propuesta inquietante, la cual nos lleva a un mundo de irrealidades donde todo puede pasar. Visualmente nos presenta un directo a seguir.
“Existimos En El Silencio” (Héctor Ibarra)
Una sonidista se hace acompañar por su amigo ciego en el campo para ampliar su biblioteca sonora, ahí él le informa que no pueden ser amigos. Al regreso a sus casas se topan con un grupo de ejecutados.
Otro corto que retrata la violencia que se vive en el interior de la República, oculto bajo un drama amoroso, el cual se ve afectado por el entorno. Lindo, intenso, sobrecogedor.
“Frago” (Lucía Lemus)
Un grupo de amigos se va de fiesta, las cosas comienzan a salirse de control hasta llegar a un violento final.
Y es un violento final porque en lo personal me tomó verle más de cuatro veces para entenderle, su ambigüedad no le quieta intensidad a todo lo que viene antes. Interesante,
"Franco” (Mariana Martínez Gómez)
Un fotógrafo es testigo de cómo los guaruras de un candidato en un poblado golpean a una persona de forma brutal, creando un documento visual del mismo. Esto ocasiona que se le persiga y trate de exterminar.
Corto de tiinte político que muestra los abusos de la gente que busca el poder. Su gran pero es que resulta demasiado inocente y obvio pero, funciona.
“Golden Malibú” (Natalia Bermúdez Fierro)
Una niña acompaña a su hermano, quien vende droga, por la ciudad. Cuando éste decide guardar la droga en la mochila de ésta y ponerla a venderla, las cosas se complican cuando ella se da cuenta que la ha perdido.
Un trabajo que denuncia lo fácil es corromper la inocencia y el adentrar a los menores a caminos oscuros y que no tienen retorno. Con un final bastante sorpresivo, buenas actuaciones y una gran dirección, se destaca como uno de los mejores trabajos del certamen.
“Las Desaparecidas”(Astrid Domínguez)
Una adolescente desaparece y su familia sufre su ausencia y el doloroso camino de identificación de los muertos en este país.
Inspirada de manera clara en los casos de Erick San Juan Palafox, exmilitar que vendía droga en Ecatepec y acusado de asesinar a varias mujeres de la zona, nos llega un trabajo que nos cuestiona sobre la impartición de justicia en México. Muy recomendable.
“Las Rancheras” (Hermann Neudert)
Un mockumentary que sigue a un grupo de punk el día de la batalla de las bandas, retratando la situación familiar del vocalista, quien de golpe entiende la importancia de la familia, y sus amigos, el concepto de amistad.
Sólo podemos definirle con un “está bien chido” para quedar ad hoc a lo que vemos. Divertido, desenfadado, por momentos nos recuerda el cortometraje de “Somos Mari Pepa” y sus implicaciones sociales. También de lo mejor.
“San Miguel” (Cris Gris)
Cuando su hermano muere por estar jugando en las alturas, ella debe intentar salir adelante, con un gran sentimiento de culpa y una madre ausente y perdida en su dolor.
Un trabajo que nos muestra como una familia intenta sobreponerse a una perdida, el abandono en el que quedan los hijos menores cuando los padres se hunden en su dolor, y la forma en que estos pueden intentar salir de ello. El final te deja frío frío.
“Videotape” (Sandra Concepción Reynoso Estrada)
Dos niñas cobran venganza ante un adulto despreciable.
Un trabajo que toca uno de los temas aún tabú en el cine mexicano, el abuso infantil, resulto con humor, con dureza, con un final devastador que nos recuerda que los pequeños siempre resultan víctimas sin justicia.
“La Chica con Dos Cabezas” (Betzabé García)
Una mujer se enfrenta a los estereotipos que marcan a las mujeres en la sociedad mexicana, por una parte siendo lo que se espera socialmente y por otro dando rienda suelta a su gusto de moldear su cuerpo en el gimnasio.
Un trabajo que sorprende por su simpleza y fuerza, al igual que su protagonista rompe estereotipos y nos confronta con nuestras trabas sociales.
“Velvet” (Paula Hopf)
La ciudad de México se encuentra bajo el embrujo del paso del cometa Velvet, Ale y Rubén se encuentran haciendo un trabajo escolar en el que deciden registrar su paso por el lugar, el día de la exhibición, ella descubre de golpe una realidad que buscaba evitar.
Paula Hopf nos sorprendió hace unos años con “La Casa de los Lúpulos”, un documental que se negaba a ser encasillado como tal, hoy nos entrega un trabajo de ficción que es igual de fascinante y que nos confirma estamos ante una autora que se debe seguir y apoyar. Cuando llegamos al término del trabajo no podemos más que sobrecogernos ante una brutal realidad que ya intuíamos pero no queríamos ver.
“Las Mujeres Invisibles” (Pablo Cruz Villalba)
Hipólita lleva muchos años sirviendo a la misma familia, cuando su nieta comienza a cuestionar algunas cosas, se ve obligada a confrontarse a sí misma, entender la diferencia social y de clases y tomar control de su vida.
Un entrañable cortometraje que a pesar de ser un poco forzado nos pone en el centro a las personas que trabajan ayudando en las casas, quienes deben perder no sólo su personalidad sino ser invisibles para no molestar a sus jefes.
“El amor dura tres meses” (Rafael Martínez García)
Se han cumplido tres meses desde que iniciaron su relación, ahora deben terminarla ya que el amor sólo dura tres meses y postergar esa decisión sólo alarga lo inevitable. Pero uno de ellos parece no estar de acuerdo.
Un guión bastante destacable con una realización que inicia titubeante, pero logra componer camino para llegar a un final que te cimbra. Bastante sencillo pero que permite a su discurso llegar directo al espectador.
“Satán” (Carlos Tapia)
Un asesino ha sido detenido, “Satán”, un cocodrilo que aún después de su muerte seguirá cobrando víctimas.
Visualmente poderoso, que te atrapa y aterra, que te fascina, si bien no redondo si es sorpresivo y logra interesar en su desarrollo.
PREMIOS DEL FESTIVAL
Ojo de la Sección Michoacana: “El amor dura tres meses” de Rafael Martínez García
Ojo a Cortometraje de Ficción Mexicano: “La chica con dos cabezas” de Betzabé García
