Tendría 11 o 12 años cuando vi en video, beta, “Terciopelo Azul” (“Blue Velvet” David Lynch 1986). Mi padre la había comprado (y no en original esos lujos eran imposibles para muchos en los primeros años del formato casero) y la puso con el montón de películas, sin ocultarla. Lo cierto es que no la escondió, no la puso en algún cajón escondida, en un rincón inalcanzable, ni él, ni mi madre me ejercieron algún tipo de censura en lo que veía, creo preferían saber lo que pasaba por mi mente y les consultara cualquier duda y no que las viera oculto y resultara peor todo.
Siempre he dicho que “Terciopelo Azul” es mi película favorita de todo y sobre todo y no es por presumir que la entendí la primera vez que la vi (aún no lo hago) sino porque el impacto causó en mi mente fue el que me imagino Lynch deseaba causar en todos, destruyó mi inocencia, violó y desgarró mi inocente mente, me cambio el mundo. Lo bonito que había en el mundo en realidad era una mala fachada, algo oscuro se encontraba y era aterrador porque era real.
“Terciopelo Azul” tiene todo lo que deseo ver en una película. Todo. Es un thriller. Es una cinta de misterio. Es una película erótica. Hay perversión. Imágenes brutales, de ensueño. Una hermosa mujer en pantalla. Un héroe que en realidad no lo es tanto. Un villano memorable.
El impacto fue tan grande que sólo la vi una vez y pude volverle a ver muchos años después, ya cuando cursaba la carrera, en uno de los cine clubs de la UNAM, recuerdo que me salté un par de clases para irle a ver, para romper el mito me había hecho de ella a través del tiempo, desmitificarla y desilusionarme, como me había pasado ya con varias otras cintas. Al verla pude constatar que las cosas que recordaba eran ciertas, que de hecho eran peores de lo que recordaba. Me di cuenta que no la entendía todavía (y hoy en día reconozco jamás lo haré del todo), que tenía muchos significados y que siempre habrá nuevas formas de interpretar lo visto.
Es la cinta me recuerda que el cine te lleva a mundos que no deberías recorrer en persona, en la vida real, y que el hacerlo a través de una pantalla no te deja salir impune, pero si hacerlo sin riesgos físicos. Es la que me recuerda que la inocencia y la perversión se cruzan y no se eliminan una a la otra, que se complementan, que sin una la otra no tiene importancia.
ESCENA INOLVIDABLE
Kyle MacLachlan ve escondido como Dennis Hopper humilla y se humilla ante Isabella Rossellini, un momento donde el erotismo, la religión, la violencia, el ser un pepping Tom, el excitarte y horrorizarte, todo se une, se erige como un todo fascinante.
“Tercipelo Azul”
Una mañana, Jeffrey Beaumont, después de visitar a su padre en el hospital, encuentra entre unos arbustos una oreja humana. La guarda en una bolsa de papel y la lleva a la comisaría de policía, donde le atiende el detective Williams, que es vecino suyo. Comienza así una misteriosa intriga que desvelará extraños sucesos acontecidos en una pequeña localidad de Carolina del Norte.Director:
Dir. David Lynch
Guión: David Lynch
Con: Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Dennis Hopper, Laura Dern, Dean Stockwell
Música: Angelo Badalamenti
Fotografía: Frederick Elmes
Compañía Productora: De Laurentiis Entertainment Group
Distribuidor: Bluray lanzado por Fox
Fecha de estreno: 19 septiembre 1986 (Estados Unidos)
País: Estados Unidos
Duración: 120 minutos